En el contexto del paro nacional convocado por la CGT para este 9 de mayo, esta mañana arrestaron a 12 personas en Villa Soldati por la irrupción en un depósito que estaba abierto y trabajando, ubicado en la calle Carlos Berg al 3500.
Los oficiales de la Comisaría Vecinal 8B se hicieron presente a raíz de una denuncia al 911, cerca de las 11.30, donde se afirmaba que los empleados y el encargado de los depósitos estaban siendo amenazados: “Cerrá las persianas que ya sabes cómo es esto”.
También destacaron que estas personas habían ingresado “con fines intimidatorios y con el objetivo de que cesaran el trabajo”, según confirmaron fuentes policiales a Infobae. Por ello, a partir de la descripción de los hombres y sus vehículos, los acusados fueron demorados en la calle Troxler al 3200.
A su vez, se realizó la consulta con el Juzgado Criminal y Correccional Número 12 y se ordenó la detención de las 12 personas, además del secuestro de los vehículos, y se labró un acta por actuaciones por extorsión. Asimismo, en uno de los ocho vehículos se encontró un palo de madera, un cuchillo y una vara de metal extensible.
La Policía de la Ciudad apresó a 12 personas por amenazar y extorsionar a trabajadores de empresas de transporte
Al realizar el procedimiento habitual de identificación, un dato en particular llamó la atención: todos serían afiliados al Sindicato de Camioneros.
La coincidencia tiene que ver directamente con un grupo de, al menos, 10 personas que pertenecerían al mismo espacio sindical y esta mañana fueron denunciados por haber amedrentado a los empleados de la empresa Expreso Rodríguez Hermanos para que sus trabajadores dejaran las actividades diarias.
Sin embargo, a diferencia del caso anterior, cuando los policías de la Comisaría Vecinal 4B fueron a la calle Erezcano al 3800, en el barrio de Pompeya, los individuos señalados por el acto intimidatorio ya se habían retirado.
En un vehículo encontraron un palo de madera, un cuchillo y una vara de metal extensible
“No se sale adelante parando, estamos atravesando un cambio en la Argentina que se logra laburando y con esfuerzo”, declaró el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y agregó que “no vamos a permitir apretadas ni que algunos pocos festejen mientras defienden sus privilegios a costas de que el país esté cada vez más pobre”.
Mientras que el Ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff, enfatizó que “siempre vamos a cuidar a los vecinos que todos los días ponen el cuerpo para ir a trabajar, que dan trabajo a otras familias y que tienen la valentía de no dejarse extorsionar. A las mafias que aprietan las vamos a ir a buscar y tendrán que sentarse frente a la Justicia”.
“Hoy se trabaja”
Algunos intendentes, como Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Ramón Lanús (San Isidro) y Soledad Martínez (Vicente López) expresaron su postura a favor de no adherirse a la medida de fuerza. Al respecto, el paro general se sintió en los sectores afectados por la paralización parcial del transporte.
Los shoppings, supermercados, grandes cadenas y comercios barriales están abiertos y no se sumaron a la convocatoria de la CGT. Además, los colegios privados estuvieron abiertos y garantizaron la presencia docente para quienes no pudieron viajar o decidieron sumarse al paro.
Desde el equipo económico del Gobierno nacional y el aporte estadístico de los privados, estimaron que la huelga le costará a la actividad económica más de 500 millones de dólares: “El cálculo, tomando el PIB mensualizado estimado a hoy y haciendo supuestos de adhesión que consideramos razonables, daría unos USD 520 millones diarios de costo”.
En contraposición a esta búsqueda por asegurar el funcionamiento habitual de las principales actividades, los trabajadores bancarios, encabezados por el diputado y sindicalista Sergio Palazzo, se sumaron a la huelga.