Mientras tanto, en la estación de servicio, los ladrones llevaban a cabo su plan maestro. Mediante un boquete en el techo, lograron ingresar a las oficinas, desactivando las cámaras de seguridad para evitar ser identificados. Su objetivo principal: la caja fuerte, donde guardaban una suma de 14 millones de pesos en efectivo y cheques, además de artículos de valor como ropa y zapatillas.
La indignación y consternación de Marisa fueron evidentes al lamentar la pérdida del dinero necesario para mantener en funcionamiento el negocio, especialmente en un fin de semana largo donde la recaudación suele ser considerable. Calificó al sistema bancario de “cruel e insensible” por no proporcionar guardias mínimas para que los grandes comercios puedan depositar el efectivo recaudado.
Las autoridades locales están llevando a cabo una investigación para capturar a los responsables de este robo y brindar justicia a los afectados por este acto delictivo.
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