Fueron los últimos partidos de esa primera etapa de Diego en Boca antes de irse al Barcelona, partidos casi olvidados del Diez, más de una década antes del “me cortaron las piernas” del Mundial 1994.
En una gira de ocho partidos en 21 días que pasó por Hong Kong, Malasia, Japón, México, Guatemala y el Interior de Argentina, pero que tuvo su primer partido en el Memorial Coliseum de Los Ángeles.
“Atraía a la gente en lugares insólitos. Fuimos a Costa de Marfil, por ejemplo, y el avión no podía aterrizar porque la gente había invadido la pista. Diego tenía 20 años recién, era increíble lo que movía, sin tantos medios ni redes. ¡¿Cómo lo conocían?! Era antes de Barcelona, Napoli y el Mundial”, recuerda el uruguayo Ariel Krasouski, quien fue campeón con Maradona del torneo Metropolitano 1981, en una charla con Olé.
“Fuimos a aterrizar y tuvo que levantar de golpe hasta que desalojaran la pista. Yo viajaba sentado con el Chino Benítez, que se puso nervioso y no paraba de transpirar. Y cuando bajamos eran miles gritando ‘Dié-gó, Dié-gó’. Siempre cuento eso y mis hijos me piden que cambie de anécdota, pero cuando me preguntan por Maradona hago ese cuento de Costa de Marfil. Porque los muchachos ahora no tiene idea lo que era el mundo en los años 80, yo jugaba en Argentina y para enterarme de un partido en Uruguay tenía que esperar hasta el otro día, ¡y estaba en Argentina!”.
Maradona de gira con Boca por Estados Unidos.
Tanto era lo que generaba Maradona que ya en ese tiempo no podía bajar en los hoteles a desayunar, almozar ni cenar. Lo intentaba pero los demás terminaban y él seguía firmando autógrafos. Así, no tenía otra que comer en la habitación, aunque a veces le golpeaban la puerta y tenían que ponerle seguridad. “Él siempre estuvo en una situación distinta a la nuestra, nosotros hacíamos vida bastante normal; Diego a los 20 años no podía salir ni de la habitación, lo que habrá sido cuando fue a Nápoles y salió campeón del mundo…”, agrega Krasouski.
El partido de Boca con Maradona en Estados Unidos
Fue el miércoles 6 de enero de 1982. Ya con Vladislao Cap como DT en lugar de Silvio Marzolini, quien había ganado el Metropolitano en la primera parte del año anterior pero fue despedido tras caer en semifinales del Nacional ante Vélez.
Boca formó con Gatti; Hugo Alves, Mouzo, Ruggeri, Córdoba; Chino Benítez, Krasouski, Zanabria; Gareca, Maradona y Perotti. Después ingresaron Iturrieta, Passucci, Trobbiani y Matuszyczk.
Y en ese estreno en Los Ángeles ganó 2-0 ante la selección de El Salvador con un doblete de Diego. El primero a los 31 minutos, definiendo suave de frente luego de un centro atrás. Y el segundo, de penal, a los 79.
“A los 20 era tremendo jugador de fútbol con técnica y un temperamento inigualable. No solo jugaba bien, era ganador, guapo, mucho caracter. Por lo general los habilidosos de esa epóca no tenían ese temperamento y agresividad de Diego, que era ganador y no podía estar 5 minutos sin tocar una pelota, y era un niño, tenía 20 años cuando vino a Boca. Ahora dicen es juvenil y tiene 22, 23, 24 años. Diego tenía 20 cuando llegó a Boca, y un fenómeno, un fenómeno!”, cuenta el uruguayo que hoy representa futbolistas.
El cierre de la primera etapa de Maradona en Boca
Boca terminaría la gira invicto, volvería al país el viernes 29 y enseguida viajaría a Mar del Plata para la histórica Copa de Oro con una goleada 4-1 ante Racing.
Después, el Diez jugaría ante Independiente y River en el mismo torneo, y así se despediría del club hasta su regreso en 1995. Esa primera etapa cerraría con 40 partidos y 28 goles oficiales más 29 y 18 amistosos. Toda una locura.
“No guardé nada de Diego de esa época. Guardé algunas cosas mías y no sé que pasó, no tengo mucho, tengo una foto con él, una camiseta mía que regalé a un amigo y el amigo falleció y la familia me la devolvió, sino no tendría nada. Cuando venía a Uruguay regalaba todo y nunca me quedé con nada”, cierra Krasouski, quien con 162 partidos sí conserva el honor de ser el noveno extranjero con más partidos en Boca y el segundo uruguayo detrás de Manteca Martínez.
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