Fue una escena desgarradora y a la vez tensa. Este jueves por la tarde, una madre desesperada irrumpió en un control policial para pedir auxilio: su hija de tan solo seis meses no respiraba. La rápida y decisiva intervención de efectivos de Infantería permitió salvarle la vida a la beba, que hoy se encuentra fuera de peligro. El momento, que quedó registrado en un video impactante, revela no solo la crudeza de la emergencia, sino también la humanidad y profesionalismo del personal policial.
El hecho ocurrió pasadas las 18.30 en el acceso al barrio San Jorge, uno de los sectores más populosos de Rosario de Lerma. En ese lugar, un equipo de Infantería de la Policía de Salta realizaba un control exhaustivo sobre motocicletas con pedido de secuestro. La rutina del operativo se vio bruscamente interrumpida cuando una joven mujer, entre lágrimas, corrió hacia el móvil policial con una bebé en brazos, gritando que su hija se estaba asfixiando.
La mujer fue identificada como Gabriela, madre de la pequeña Jamaica, de seis meses de vida. Según relató más tarde, la niña se ahogó mientras era amamantada, y en cuestión de segundos comenzó a ponerse morada y a dejar de respirar. Desesperada y sin respuestas en el puesto sanitario de San Jorge -que no se encontraba en funcionamiento- decidió correr hasta el control policial, donde se desarrollaba el operativo de Infantería.
En ese momento, el suboficial principal Sebastián Estopiñán, del móvil policial 1848, comprendió de inmediato la gravedad de la situación. Suspendió el procedimiento que estaba en marcha, tomó a la beba para reanimarla. Allí comenzó una carrera contra el tiempo: mientras el móvil avanzaba rápidamente hacia el hospital de Rosario de Lerma, Estopiñán inició maniobras de RCP y estimulación respiratoria sobre la pequeña, que no reaccionaba.
La tensión se apoderó del momento. Según se observa en el video que registra la escena dentro del móvil policial, el suboficial colocó a la bebé boca abajo, le aplicó suaves palmadas en la espalda y continuó con maniobras básicas de primeros auxilios. “Fueron segundos eternos”, relató uno de los efectivos. En un primer intento, la bebé no respondió. Pero en el segundo, Jamaica comenzó a emitir un leve sonido, que pronto se transformó en llanto. Era el signo que todos esperaban: había vuelto a respirar.
El alivio fue inmediato. Cuando el móvil arribó al hospital local, fue recibida en la guardia por la doctora Gloria Jiménez Gamarra, quien confirmó que presentaba un cuadro de fiebre alta y síntomas compatibles con una convulsión. La niña fue estabilizada y quedó en observación durante la noche. Su estado actual es bueno y evoluciona favorablemente.
Fueron momentos de mucho nerviosismo
El hecho, que pudo haber terminado en una tragedia, conmovió profundamente a los vecinos de San Jorge. La valentía y el compromiso del personal policial, en especial del suboficial Estopiñán, fueron fundamentales para salvarle la vida a Jamaica. “No hicimos más que cumplir con nuestro deber, pero fue una situación muy fuerte. Yo también soy padre, y no podía quedarme quieto”, expresó con humildad el uniformado, visiblemente emocionado. Vecinos del barrio San Jorge también se pronunciaron tras el incidente. Muchos remarcaron la ausencia de personal en el puesto sanitario del barrio, un problema crónico que se repite en varias zonas de Rosario de Lerma. “Si no fuera por los policías, la nena no estaría viva”, dijo una mujer que presenció la escena.