Científicos del Weizmann Institute of Science en Israel, liderados por Timna Soroka, han identificado que cada individuo posee una “huella respiratoria” única. Este hallazgo citado por New Scientist podría revolucionar la forma en que se diagnostican afecciones como la obesidad y la depresión, al ofrecer una nueva vía de análisis basada en los patrones personales de respiración.
Desde la década de 1950 se sospechaba que la respiración contenía información relevante sobre el estado de salud, pero los estudios se limitaban a observaciones hospitalarias de corta duración. Según el Weizmann Institute, el desarrollo de un dispositivo portátil ha permitido registrar variaciones sutiles del ciclo respiratorio en tiempo real, ampliando considerablemente el alcance diagnóstico.
Identificación mediante un dispositivo portátil
El avance fue posible gracias a un dispositivo portátil diseñado por Soroka y su equipo, que permite monitorear cómo respira una persona durante periodos prolongados. En un estudio realizado con 97 participantes, cada uno utilizó el dispositivo durante 24 horas. Los investigadores registraron variables como el volumen de aire inhalado y la frecuencia de retención de la respiración.
A partir de estos datos, entrenaron un algoritmo que logró identificar a los participantes con un 97% de precisión. Esta “huella respiratoria” se mantuvo constante incluso dos años después, lo que sugiere que se trata de un marcador individual duradero.
Pese al potencial biométrico, Noam Sobel, miembro del equipo del instituto, aclara que la meta no es su aplicación para la identificación personal diaria, sino su aprovechamiento para el diagnóstico médico personalizado.
Un dispositivo portátil permite monitorear la respiración durante 24 horas y recopilar datos clave para la investigación biomédica (Imagen Ilustrativa Infobae)
Aplicaciones en salud más allá de la biometría
El dispositivo no solo permite identificar personas, sino que tiene aplicaciones prometedoras en el ámbito clínico. De acuerdo con Sobel, el aparato puede predecir el Índice de Masa Corporal (IMC) en función del ciclo nasal, que alterna el flujo de aire entre las fosas nasales y está regulado por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.
Al medir el flujo nasal, se puede inferir el grado de activación del sistema simpático, vinculado a la respuesta de “lucha o huida”. Esta medición permite estimar el IMC, lo que llevó a los investigadores a plantear una hipótesis provocadora: los patrones respiratorios no solo reflejarían el peso corporal, sino que podrían influenciarlo.
Sobel lo resumió con ironía: si se descubre el patrón respiratorio “que te hace delgado”, sería un avance tan significativo que considerarían retirarse y descansar en una isla lejana.
Respiración y salud mental
El estudio también reveló una correlación entre la respiración y la salud mental. Según el Weizmann Institute, se observaron vínculos entre ciertos patrones respiratorios y síntomas de ansiedad y depresión. Por ejemplo, las personas con síntomas depresivos elevados tendían a inhalar con mayor rapidez.
Esto sugiere que la forma de respirar podría no solo reflejar el estado emocional, sino también actuar sobre él. El equipo investiga actualmente si estos patrones podrían constituir factores causales y no meros síntomas, lo cual abriría la puerta a tratamientos basados en ejercicios respiratorios personalizados.
Patrones respiratorios acelerados se asocian con síntomas de ansiedad y depresión, según la investigación (Imagen Ilustrativa Infobae)
El objetivo es que el dispositivo permita desarrollar diagnósticos no invasivos y estrategias de intervención dirigidas a mejorar el bienestar emocional.
Hacia una medicina personalizada basada en la respiración
La visión a futuro incluye la incorporación de monitoreo nasal continuo en contextos clínicos. Torben Noto, experto externo al estudio, sostiene que este tipo de tecnología podría facilitar un seguimiento personalizado del tratamiento, brindar retroalimentación en tiempo real y anticipar la evolución de diversas afecciones.
El uso de estos dispositivos en el día a día permitiría detectar alteraciones en los patrones normales de respiración, lo que contribuiría a una atención más precisa, precoz y menos invasiva. Según Noto, se trata de una herramienta con potencial transformador en la atención médica, que empodera a los pacientes para gestionar activamente su salud respiratoria.
En este marco, la medicina personalizada podría beneficiarse enormemente del flujo constante de datos fisiológicos generados por estos dispositivos, permitiendo tratamientos adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.