El Ministerio de Salud de la Nación despidió a 110 trabajadores del Hospital Nacional Alejandro Posadas, en El Palomar, como parte de lo que definió como un “reordenamiento profundo de los hospitales nacionales”. Según el Gobierno, los afectados fueron desvinculados tras auditorías internas que habrían detectado que “no cumplían con sus funciones o presentaban reiteradas ausencias injustificadas”.
La medida fue comunicada ayer por la tarde, en paralelo a la protesta de los trabajadores del Hospital de Pediatría Juan Pedro Garrahan, en Parque Patricios, que marcharon hacia Plaza de Mayo en el marco de un paro de 48 horas convocado por ATE. En ese contexto, la cartera que conduce Mario Lugones anunció también el descuento del día a los empleados del Garrahan que adhirieron a la huelga, al considerar que el sindicato incumplió la conciliación obligatoria.
“En los hospitales nacionales no hay lugar para la gente que no trabaja”, expresó el Ministerio en un comunicado oficial difundido por redes sociales. También sostuvo que “cada caso fue evaluado individualmente” y que se cumplieron “todos los procedimientos legales y administrativos correspondientes”.
Respecto al Garrahan, el Ministerio pidió a la Secretaría de Trabajo que finalice la conciliación obligatoria y acusó a ATE de “violar la ley y perjudicar a los pacientes”. “En esta gestión, nadie está por encima de la ley. El que no cumple, paga las consecuencias”, señalaron.
En respuesta, un grupo de residentes del Hospital Posadas manifestó su malestar en redes sociales: “Hace un año no nos contestan a los residentes. De ñoquis ni hablemos”, escribieron en X (ex Twitter).
La tensión en el Posadas se intensificó luego de la renuncia del director ejecutivo del hospital, quien mantenía un “buen diálogo” con los profesionales de la salud. La conducción quedó en manos de Luis Quintas, quien había prometido una mejora salarial con recursos propios.
Por su parte, el Ministerio remarcó que “no hay lugar para ñoquis ni acomodados” y que los fondos “se invertirán en quienes sí ponen el cuerpo todos los días, en mejores insumos, equipamiento y atención para los pacientes”.
La escalada de decisiones oficiales en ambos hospitales refleja el endurecimiento de la política sanitaria del Gobierno nacional, en un contexto de creciente conflicto con los gremios del sector.
Renunció a un puesto clave en Garrahan
El hospital Garrahan anunció una modificación en la conducción de su Consejo de Administración. Soraya El Kik dejó la presidencia del organismo, cargo que había asumido en octubre de 2024. En su lugar fue designada Mariel Sánchez, una médica con más de tres décadas de trayectoria dentro del hospital.
Desde la institución informaron que El Kik presentó su renuncia por cuestiones de salud. Durante su mandato estuvo acompañada por Roberto Agustín Dalmazzo y Jorge Menehem como consejeros.