Con la sangre combativa de los púgiles mexicanos. El chiapaneco Edwin “La Muralla” Espinosa ya está en Salta para enfrentar este viernes 13 por los semipesados al noqueador salteño Durval “El Bombardero” Palacio, cuando se enfrenten en el estadio Delmi en una velada denominada “Camino a la Gloria II”, que tendrá tres peleas profesionales y 6 amateurs de primer nivel.
Pero lo cierto es que, días antes del cierre del Delmi, que será parte del próximo Polo Deportivo Salta, llegó a nuestra provincia con toda la intención de llevarse toda la gloria a México.
¿Qué es lo que va a ver la gente el viernes en el Delmi? “Realmente va a ver una gran pelea, pero la gente es la que más va a ganar, porque van a ver un gran espectáculo”, comenzó “La Muralla”.
“Vengo a dar los mejor de mí y vengo a ganar como nos gusta a los mexicanos, pero además mostrar que venimos a boxear. Yo soy un tipo de boxeador que digo que si tengo más cualidades que el otro, pues lo voy a demostrar. Esto es boxeo. El boxeo es de pegar, que no te peguen y ganar”, disparo desafiante.
Al ser consultado sobre su característica, Espinosa resaltó que “soy un boxeador versátil. Me acomodo en varios estilos. Si puedo fajar, puedo boxear, puedo hacer defensa. Gracias a Dios la las plazas amateur que he tenido me ha dado mucha experiencia y me puedo acomodar en varios estilos”.
Y la juventud de Espinosa (25 años) contra la madurez de Palacio (34 años) también era un incógnita. “Realmente creo que no hay tanta diferencia de edad. Durval es un boxeador disciplinado que ha estado entrenando, creo que el tema del de la edad no va a importar. Tal vez un poquito de experiencia arriba del ring, pero yo igual estoy muy preparado y vine a ganar”, resaltó el mexicano.
Al recordar sus comienzos, “La Muralla”, con una “llovizna” en sus ojos, reveló que “fue muy pobre. Mi papá se fue a Estados Unidos de “mojado” (inmigrante ilegal) para darle una vida mejor. Años después llegó con una camioneta llena de juguetes y justo venían dos pares de guantes. Este fue lo primero que agarramos con mi hermano, que hoy pelea profesionalmente en EEUU. Nos empezamos a dar y desde ahí mi papá optó por llevarnos a un gimnasio y empezamos desde chiquitos. Yo tenía 9 años, pase a pelear en forma amateur y acá estoy, en el profesionalismo”.
“Realmente todo cuesta. Entrenar, sparring, estar a dieta, pero con el sacrificio que uno hace creo que no es un poco fácil. Está bien. Así es”, se sinceró. Finalmente Espinosa reveló su sueño. “Mi sueño es llegar a ser campeón del mundo. Sé que es difícil y estoy trabajando para eso. He pasado momentos malos como cualquier boxeador, nada más que no nada es imposible y poco a poco voy escalando”.