La UNSa, en estado de alerta por “despidos”

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El lunes estallaron los rumores en la Universidad Nacional de Salta de personas que quedan sin trabajo. Ya se venían alimentando durante todo el fin de semana. Los sindicatos automáticamente declararon el estado de alerta.

El lunes estallaron los rumores en la Universidad Nacional de Salta de personas que quedan sin trabajo. Ya se venían alimentando durante todo el fin de semana. Los sindicatos automáticamente declararon el estado de alerta.

Desde Adiunsa (Asociación de Docentes e Investigadores de la UNSa) junto con Apunsa (Asociación del Personal de la UNSa) comenzaron a relevar datos para contrarrestar los rumores del miedo. Un funcionario del nuevo Gabinete del rector Miguel Nina habría abierto la boca y se le escapó el escalofriante número de 200 personas que perderían su trabajo.

Se le sumaron los mensajes de WhatsApp que llegaron desde el secretario de Asuntos Jurídicos a varios trabajadores anunciando la no renovación de contratos. La mecánica de comunicar algo importante por mensaje de texto es perversa.

Adiunsa salió a realizar un relevamiento y, hasta el mediodía de hoy, tiene a 36 empleados que quedan sin trabajo.

En primer lugar fueron los trabajadores de Prensa que el viernes ya sabían todo. Son 8 los periodistas que vienen desde la administración del exrector Daniel Hoyos. El Tribuno le consultó al flamante subsecretario de Comunicación Institucional de la UNSa, Daniel Gutiérrez y lo confirmó. “Los trabajadores tenían un contrato, firmado con Hoyos, que se vencía el pasado 31 de mayo”, ratificó.

Y luego amplió la información: “El rector (Nina) se encuentra en Buenos Aires y dijo que recién el viernes podría brindar todos los detalles. Quienes están revisando los contratos es la gente de la parte administrativa que está al mando del secretario Administrativo de la UNSa, Diego Sibelo”, dijo Gutiérrez.

Desde Adiunsa, su secretario general, Diego Maita, realizó el relevamiento y confirmó que son 6 trabajadores del Comedor, 4 del Equipo Interdisciplinario para el Abordaje de las Violencias de Género, 10 de Obras y Servicios, los 8 de Prensa, 6 más del Servicio de Educación a Distancia, la única trabajadora del Programa de Inclusión Laboral para Personas Trans, y una persona más del Programa de Educación en Cárceles.

El mensaje enviado les informa “que el Rectorado ha tomado la decisión de prescindir de sus servicios”.

“No sabemos si esta situación fue extensiva a otras áreas. Es decir que podría haber compañeras y compañeros, de distintas áreas que fueron despedidos intempestivamente, sin aviso previo. Ante esta situación, nos solidarizamos y nos declaramos en estado de alerta”, dijo diego Maita.

“Así también expresamos nuestra preocupación por la estabilidad de cargos docentes suplentes, temporarios e internos y de programas como el CIU (Ciclo de Ingreso Universitario), como así también de aumentos de dedicación que hacen posible cubrir tareas indispensables en nuestra Universidad. Estamos presentando un pedido de informe al nuevo rector, Miguel Nina, en relación a todo esto”, confirmaron desde Adiunsa.

Para la secretaria general de Apunsa, Stella Mimessi, “serían entre 40 y 50 las personas que quedan afuera”, según los números relevados hasta hoy al mediodía. Confirmó también que ya le enviaron un pedido de informe al rector Nina y que esperan su vuelta.

Las áreas son las mismas que maneja Adiunsa, pero brinda un detalle. “Si bien son trabajadores contratados nos preocupan cómo van a quedar esas áreas que tendrán que realizar la misma tarea con menos trabajadores. Ejemplo: el comedor. Son más de 800 raciones diarias que realizan los compañeros para la comida de estudiantes del IEM, de la UNSa y del Jardín Maternal. Más allá de defender el derecho laboral, vemos que sacar a estos trabajadores afectará el normal desarrollo de la universidad, a la cual seguimos defendiendo porque la queremos inclusiva, con oportunidades para todos y de calidad”, definió Mimessi.

Los sindicalistas y los referentes de la comunidad universitaria no lo quieren decir, pero se cae de maduro: los contratos que no se renuevan se dan en los lugares sensibles. Infancias, violencia de género, inclusión a personas trans, en contexto de encierro y en el acceso a la información. Más que un ajuste de números por cuestiones presupuestarias, es un achique ideológico a las funciones de la Universidad Pública.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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