El caso de un joven que murió apuñalado en una de las calles del barrio Congreso hace unos días atrás, fue el punto culminante de una serie de situaciones de inseguridad que se vienen dando en la zona. Días previos una camioneta que había sido sustraída en Salta capital fue abandonada en un descampado del sector y puso de nuevo en alerta a los vecinos del lugar.
“Entre todos vamos a salir adelante, pero es fundamental que sepan que salimos a los barrios a dar la cara, y cuando los vecinos hablan con nosotros, es porque entienden que estamos haciendo todo lo que se puede. Pero hay otros que tienen que poner algo más que la cara”, aseguró el intendente Borelli a los vecinos que se dieron cita en gran número, pese a las condiciones climáticas.
El subsecretario de Salud prometió una sala de espera para mejorar la atención en la zona y explicó el funcionamiento de una aplicación para sacar turnos, lo cual es un avance para un barrio de casi 7.000 personas que sigue sin contar con especialidades médicas claves.
Por su parte, el comisario Bustos se comprometió a reforzar el patrullaje, especialmente durante la noche, mientras que desde Saeta se llevaron el reclamo más grave: después de las 22 horas, los colectivos dejan a los pasajeros en la Ruta 68, a más de 2 kilómetros del barrio, obligando a la gente a caminar en plena oscuridad y con temor.