UNICEF ha desempeñado un rol clave en visibilizar las desigualdades que afectan a niñas, niños y adolescentes en Argentina , al promover leyes, políticas y acciones que garantizan sus derechos. Su trabajo ha contribuido a reducir la mortalidad infantil y la malnutrición, mejorar el acceso a la salud y la educación, ampliar la protección social y prevenir distintas formas de violencia.
“La Convención de los Derechos del Niño -que en el país tiene rango constitucional- ha sido una guía y una inspiración para UNICEF durante estos 40 años. Trabajamos incansablemente para que cada niña y niño, sin importar su origen, género, religión y raza, acceda a la oportunidad de crecer en un entorno seguro, saludable y con condiciones de vida dignas ”, explicó Rafael Ramírez Mesec, Representante de UNICEF en Argentina.
La organización ha contribuido en el diseño e implementación de leyes fundamentales como la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y ha impulsado iniciativas innovadoras como Maternidades seguras y centradas en la familia, Secundarias Rurales mediadas por tecnologías y la Red de Jueces y Juezas comprometidos por los derechos de las infancias. También ha desarrollado campañas masivas de sensibilización, fortalecido las capacidades de los sistemas de protección de la niñez y generado datos e investigaciones sobre la situación de la infancia que hoy son referencia para la toma de decisiones.
La solidaridad de las y los argentinos se multiplicó en favor de la infancia en los eventos, como es el caso de la Carrera UNICEF por la Educación , que ya lleva 15 ediciones, y Un Sol para los Chicos , el clásico programa televisivo que se realiza de manera ininterrumpida desde 1993, para generar conciencia y movilizar fondos que contribuyan a garantizar más y mejor salud, educación, inclusión y protección para chicas y chicos.
En contextos de emergencia, como la crisis de 2001, las inundaciones en Santa Fe o la pandemia de COVID-19, UNICEF brindó asistencia humanitaria, apoyo sanitario, kits escolares, alimentos e insumos esenciales, con una respuesta rápida y focalizada en quienes más lo necesitaban. Su trabajo ha alcanzado a comunidades rurales, barrios populares, hospitales, escuelas y municipios del país, con un enfoque federal y territorial.