Todo comenzó el jueves 9 de marzo, dos días antes del inicio formal del juicio por Maradona. Las cámaras de seguridad de los tribunales de San Isidro captaron un movimiento poco común: la jueza Julieta Makintach ingresando al edificio acompañada por un grupo de personas que llevaban bolsos similares a los que se utilizan en producciones audiovisuales.
Makintach estaba acompañada por cuatro personas, dos hombres y dos mujeres. El grupo sube a uno de los ascensores utilizados por los magistrados y otros funcionarios. La secuencia fue filmada por las cámaras de seguridad del edificio. Esta es una prueba clave en la investigación para determinar si la magistrada participó del documental que se estaría haciendo sobre Diego.
Ese detalle fue tan solo el principio de todo lo que vendría después. Ya durante las primeras audiencias, abogados y periodistas comenzaron a notar movimientos raros dentro de la sala donde se desarrollaba el juicio de Maradona: personas que no formaban parte del proceso estaban grabando todo desde distintos puntos de la sala. ¿Qué hacían allí? ¿Quién los había autorizado?
LAS PRUEBAS QUE APUNTAN A LA JUEZA COMO CÓMPLICE DEL DOCUMENTAL EN EL JUICIO DE DIEGO MARADONA
Pero entonces llegó la respuesta menos pensada: la propia jueza Makintach fue la responsable de habilitar sus ingresos. Ella misma lo reconoció, pero negó cualquier irregularidad. Mucho menos la existencia de un supuesto documental sobre la muerte de Maradona, que -según los rumores- podría venderse por millones.
Una de las personas que acompaña a la jueza sería José Arnal, vinculado a la productora La Doble, allanada ayer por orden judicial. Una de las mujeres que aparece en las filmaciones es, según los investigadores, María Lia Vidal Aleman, quien presenció la mayoría de las audiencias.
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La semana pasada, luego de que estalló el escándalo en pleno juicio, Makintach explicó en charla con La Nación que Vidal Aleman es su amiga desde la primaria, pero sostuvo que nada tenía que ver con un documental. Aún así, el hallazgo de las pruebas complican a la magistrada y el juicio será declarado nulo en la próxima audiencia, prevista para la semana que viene.
Lo cierto es que el hallazgo del video generó tal conmoción que el juicio de Diego fue suspendido. Se inició una causa penal y se ordenó investigar a fondo. Cuando lo que se buscaba era arrojar luz sobre las responsabilidades en la muerte del ídolo, todo quedó en stand by. Y lo más grave es que todo esto recae en la propia estructura del tribunal, que no solo pierde credibilidad sino que también queda en la mira por la bochornosa actitud.
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Mientras se investiga, el proceso está suspendido hasta el martes, pero ya nada será igual. El fantasma de la manipulación judicial y la sospecha de un negocio paralelo planean sobre un juicio que debería enfocarse en la verdad detrás de la muerte de Diego. Pero que, al parecer, esconde mucho más.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/