Velocidad y choferes bajo presión: una combinación mortal

0
60
El centro de El Carril fue nuevamente escenario de una tragedia que pudo evitarse. Francisco “Pako” Valdez, un vecino muy querido y propietario de un lavadero de autos en calle Juan Carlos Dávalos, murió tras ser embestido por un colectivo mientras circulaba en motocicleta. El impacto, brutal, dejó la moto incrustada bajo la parte delantera del transporte público. “Pako”, que no llevaba casco, sufrió una grave lesión en la cabeza y falleció poco después, pese a la asistencia médica. Algunos aseguran que de repente se cruzó.

El centro de El Carril fue nuevamente escenario de una tragedia que pudo evitarse. Francisco “Pako” Valdez, un vecino muy querido y propietario de un lavadero de autos en calle Juan Carlos Dávalos, murió tras ser embestido por un colectivo mientras circulaba en motocicleta. El impacto, brutal, dejó la moto incrustada bajo la parte delantera del transporte público. “Pako”, que no llevaba casco, sufrió una grave lesión en la cabeza y falleció poco después, pese a la asistencia médica. Algunos aseguran que de repente se cruzó.

La escena no es nueva. La combinación de imprudencia al volante, exceso de velocidad y falta de conciencia vial en zonas urbanas es una receta mortal. Esta vez fue en la esquina de San Rafael y Hernando de Lerma, pleno centro de la localidad, donde ya se había advertido que era un “punto crítico” por la circulación constante y peligrosa de colectivos y motocicletas.

No es el primer accidente, y todo indica que tampoco será el último. Colectivos que circulan como si compitieran contra el reloj, motociclistas sin casco, peatones desprotegidos. La responsabilidad es compartida, pero no difusa: el Estado tiene la obligación de poner orden y no lo está haciendo. Desde hace tiempo los vecinos denuncian la velocidad con la que circulan las unidades del servicio público, especialmente las que cubren la línea El Carril–Rosario de Lerma, que a pesar de tener más de 90 paradas, parecen ignorar la lógica urbana.

“Nos sancionan”

Choferes admiten que los obligan a cumplir horarios imposibles, bajo amenaza de sanciones. El resultado es una conducción peligrosa y temeraria en calles que no están preparadas para semejante ritmo. ¿El costo? Vidas humanas. Esta vez fue Pako, pero pudo ser cualquiera. “Es lamentable lo que pasó con este motociclista, nosotros no salimos a matar, trasladamos pasajeros y estamos muy conscientes. Tenemos exigencias de horarios a cumplir o nos sancionan”, contó un chofer de Saeta a El Tribuno que realiza el recorrido Chicoana – Salta.

Tras el hecho, el municipio inició operativos de control y secuestro de motos a conductores sin casco. Medida que llega tarde. Aunque los operativos viales son diarios en El Carril, las motos son un caso serio y muy complicado de controlar. Mientras tanto, los colectivos siguen circulando sin control, y SAETA ha recibido un pedido de explicaciones por parte del municipio, aunque sin respuestas claras ni acciones concretas.

“No es el primer incidente, vienen ocurriendo varios. Hay algunos semáforos en las calles de El Carril, pero la imprudencia sigue siendo una constante de ambos lados: tanto de algunos motociclistas, peatones y motociclistas como de los choferes de colectivos”, señaló Simón Tolaba, Director de Tránsito de la Municipalidad de El Carril.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí