La nueva obra de los rosarinos llega con una identidad fuerte, una producción pulida y ese equilibrio que solo da la experiencia: nostalgia con propósito, oscuridad con luz al fondo del túnel. Una apuesta emocional y estética que suena como un diario íntimo cantado a los gritos, con guitarras encendidas y letras que podrían ser posts de Twitter existencialistas.
Del caos a la catarsis
La historia detrás del disco parece sacada de una serie dramática. Todo comenzó en 2022 con “Cuatro Pasos del Flechazo a la Derrota”, un EP que iba a ser apenas el adelanto de un álbum más extenso. Pero el plan se desarmó como castillo de naipes: una gira inesperada por México, roces internos y cambios profundos en la formación frenaron todo.
“Después del viaje, hubo un cisma dentro de la banda. Pasamos por un año muy turbulento, con idas, vueltas, peleas y cuestionamientos. Recién a fines de 2023 hicimos un repaso y nos dimos cuenta de que lo que teníamos hecho ya no nos representaba”, cuenta Fabri Pero, voz y líder del grupo.
Fue entonces cuando decidieron arrancar de nuevo. Tirar todo y volver a construir. “Este disco es como una radiografía emocional de lo que vivimos: hiperindividualismo, ansiedad, sobreexigencia y esa tristeza fantasma que siempre está al acecho”, dice Fabri. Pero también, aclara, hay una búsqueda por rescatar la resiliencia y el amor como formas de supervivencia.
El sonido del regreso (sin volver del todo)
Aunque muchos notarán un aire familiar en el sonido del álbum, “Melancolía y otros vicios modernos” no es exactamente un retorno a las raíces. Es más bien una relectura madura del primer disco, con un approach más directo, emocional y narrativo.
“Nos dimos cuenta de que esta vez la música tenía que servir a las letras, no al revés. Por eso volvimos a estructuras más clásicas del pop rock. Pero no es un retroceso, es una evolución: tomamos lo aprendido y lo hicimos más simple, pero más poderoso”, explica el cantante.
Detrás de ese nuevo sonido hay un equipo sólido: Tuta Torres (Babasónicos) como productor, Percii, Dani Pérez, Fede Falco y Billie Gómez en la mezcla, y Santiago De Simone en el mastering.
Lo que se viene: más ruido, más cine, más Muñecas
Con el disco recién salido del horno, la banda ya piensa en lo que viene. En agenda hay shows, lados B con colaboraciones, y material audiovisual que sigue explorando esa veta cinematográfica tan característica del grupo. De hecho, ellos mismos se animaron a dirigir uno de sus últimos videos, Kit & Kat, y ya tienen lista una pieza documental de la presentación en vivo del nuevo disco.