Desde los locales comerciales farmacéuticos llevaron tranquilidad a la comunidad ante el nuevo escándalo desatado por los medicamentos contaminados que alertó la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
La crisis, originada por la muerte de nueve pacientes en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata por el uso de fentanilo contaminado producido y suministrado por el laboratorio HLB Pharma Group S.A., Laboratorios Ramallo S.A. y la droguería rosarina Nueva Era, está poniendo en evidencia la vigencia de los negocios de las firmas del sector y la falta de controles a tiempo por parte del Gobierno nacional.
Esta vez fue el caso de HLB Pharma, en un contexto de desregulación general de la industria farmacéutica por parte del Gobierno nacional.
Por ahora, el caso no tomó tanta relevancia en nuestra provincia, pero se debe advertir que todos los días aparecen nuevas irregularidades en los medios nacionales. Además, son varios los antecedentes de esta firma, con casos que afectaron a la salud de la comunidad.
Sucede que Salta es una de las 11 provincias que confirmó la compra de medicamentos al laboratorio HLB Pharma, implicado en el grave caso de contaminación cruzada con fentanilo. Si bien la provincia no recibió el lote afectado, el Ministerio de Salud Pública ordenó el retiro inmediato de los productos de esa marca en todos los hospitales y centros de salud.
Fueron muchas las consultas sobre el tema y El Tribuno salió a recorrer las farmacias para buscar información sobre si se podía conseguir el omeprazol contaminado con fentanilo en nuestra ciudad.
“Nuestras farmacias no trabajan con esa droguería, por lo que nuestros clientes pueden quedarse tranquilos porque no tenemos la marca de remedios contaminados”, dijo una farmacéutica del centro.
Aseguran que casi ninguna farmacia de Salta trabaja con HLB Pharma. El principal temor de los lectores que nos consultaron gira en torno al consumo del omeprazol. Muchos expresaron preocupación por los protectores gástricos y su posible contaminación.
Pero en Salta, reiteraron, no trabajan con el laboratorio que está siendo investigado.
El pasado 8 de mayo, la Anmat emitió una alerta nacional luego de recibir un reporte desde una institución privada de la provincia de Buenos Aires que identificó un brote de bacterias como Klebsiella pneumoniae MBL y Ralstonia pickettii en pacientes que habían recibido Fentanilo HLB.
El hallazgo encendió las alarmas. La Anmat prohibió el uso, comercialización y distribución de ese fentanilo en todo el país. El lote más comprometido es el 31202, distribuido a numerosos hospitales públicos de diferentes provincias.
Pero es importante aclarar que el fentanilo no se comercializa como un medicamento común. De hecho, si cualquier salteño va a una farmacia de la ciudad, no encontrará esta droga debido a su potencia. La directora de Farmacia de la Provincia, Virginia Ocaña, explicó que el fentanilo es un potente analgésico opioide que se utiliza principalmente en terapias intensivas y quirófanos.
Es decir, lo utilizan clínicas y hospitales. El fentanilo es una droga que se consume cada vez más a nivel mundial. También se lo conoce como la “droga zombi” porque es hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.
Desde el departamento de Prensa del IPS Salta (Instituto Provincial de Salud) confirmaron que no trabajan con medicamentos del laboratorio HLB Pharma Group S.A por lo que descartaron la tenencia y utilización de fentanilo y de omeprazol. Desde el IPS se encargaron de llevar toda la tranquilidad a sus afiliados.
El fentanilo debe ser recetado por médicos para tratar dolores intensos, especialmente en pacientes recién operados o personas con cáncer en etapas avanzadas. Sin embargo, muchas personas lo están produciendo de forma ilegal para uso recreativo, sin tener en cuenta su extrema potencia y las graves consecuencias que puede causar en la salud.
“Si vendiéramos fentanilo, tendríamos que tener personal de seguridad con armas largas en las puertas de nuestras farmacias”, dijo un farmacéutico.
Para tener a la venta una droga tan potente, habría que modificar no solo el sistema de seguridad externa sino también el interno; es un producto muy costoso.
También se debería reforzar el cuidado en la manipulación. Su venta en comercios como las farmacias salteñas resulta prácticamente impensable.
Ya son muchos los países preocupados por el fentanilo
El fentanilo ya es un problema regional. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de México, el fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina.
Su peligrosidad radica en que las dosis altas de opioides, especialmente los más potentes como el fentanilo, pueden causar una detención total de la respiración, lo que puede llevar a la muerte. Además, debido a su potencia, puede tener efectos mortales incluso en dosis muy pequeñas.
El fentanilo es una preocupación mundial
Uno de sus efectos más peligrosos es que puede provocar que la persona deje de respirar y muera por hipoxia.
Existen dos tipos de fentanilo: el farmacéutico y el producido de manera ilícita. El primero se receta a pacientes que experimentan dolores intensos, como quienes fueron recientemente operados o personas con cáncer en estado avanzado.
En cuanto al fabricado de manera ilícita, de acuerdo con el Gobierno de Colombia, puede encontrarse mezclado con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA, lo que hace que el consumo de cualquiera de estas sustancias sea aún más peligroso.
“El fentanilo fabricado ilícitamente se presenta en forma de pastillas que imitan medicamentos o dulces. Puede administrarse en forma inyectable, mediante parches que se colocan sobre la piel o en pastillas que se disuelven en la boca, como si fueran pastillas para la tos”, señala un informe colombiano.
Según la BBC, al igual que la heroína o la morfina, el fentanilo interactúa con los receptores opioides del cerebro, que controlan el dolor y las emociones. Al ser una droga muy potente y de acción rápida, no requiere grandes cantidades para generar efecto. Una vez en el cerebro, facilita la liberación de dopamina, anula el dolor, genera una sensación de calma y reduce la ansiedad.
Una de las maneras más efectivas de saber si una droga es fentanilo o contiene esta sustancia es mediante tiras reactivas. El Gobierno de la ciudad de Nueva York ya utiliza estas tiras para prevenir sobredosis, si se usan correctamente, además de aplicar otras prácticas de reducción de riesgos.