“El resultado fue una sorpresa, pero muestra un respaldo real al proyecto de Milei”

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El triunfo inesperado de La Libertad Avanza en Salta continúa generando análisis. Uno de ellos es el de Benjamín Gebhard, consultor político con trayectoria en campañas provinciales y nacionales, quien en diálogo con El Tribuno reconoció que el resultado fue sorpresivo incluso para su equipo de trabajo.

El triunfo inesperado de La Libertad Avanza en Salta continúa generando análisis. Uno de ellos es el de Benjamín Gebhard, consultor político con trayectoria en campañas provinciales y nacionales, quien en diálogo con El Tribuno reconoció que el resultado fue sorpresivo incluso para su equipo de trabajo.

“No era lo que esperábamos en base a las mediciones y estudios que habíamos realizado. Estamos procesando el resultado como todos, porque sin duda representa un dato fuerte de la coyuntura”, expresó el analista, quien subrayó que este escenario obliga a repensar el mapa político local.

Para Gebhard, el dato no menor es que La Libertad Avanza decidió competir en soledad, sin aliarse con sectores tradicionales. “Eso les permitió medir cuánta fuerza tienen realmente por sí solos. Es una estrategia que se ha probado en otras provincias y que tiene un mensaje interno: ¿cuánto valemos sin el resto?”, explicó.

¿Un batacazo real o una señal de apoyo nacional?

El consultor aclaró que es necesario interpretar los resultados dentro de su contexto. “Cualquier banca que obtenga La Libertad Avanza es una ganancia absoluta si se considera que es un espacio nuevo a nivel provincial. Incluso un resultado menor hubiera sido visto como positivo. Pero este impacto les da margen para reclamar peso propio en la discusión nacional”, señaló.

Gebhard también planteó que, para evaluar el resultado en su justa medida, hay que dejar de mirar solamente la capital donde se dio el golpe más visible y observar el conjunto: cuántas bancas estaban en juego, cuántos oficialistas fueron reelectos y cómo quedaron conformados los consejos deliberantes.

“Puede haber una derrota simbólica en capital, pero un resultado más equilibrado a nivel provincial. Aun así, es innegable que hubo un voto significativo hacia la propuesta libertaria. Y eso muestra una adhesión al proyecto nacional de Milei, aunque no necesariamente una apuesta firme por una alternativa de gobierno provincial”, advirtió.

Voto emocional y participación bajísima

Uno de los puntos centrales del análisis fue la baja participación electoral, que fue incluso menor que en otras elecciones intermedias. Gebhard lo atribuyó a un clima generalizado de desconexión con la política local: “En nuestras encuestas previas ya veíamos poco interés. Mucha gente no sabía qué se votaba, ni qué cargos estaban en juego. Sobre el final aumentó algo la visibilidad, pero no alcanzó”.

Esa falta de información, según explicó, predispone a un voto emocional, guiado más por simpatía que por evaluación racional. “Muchos votaron por afinidad con Milei, no por convicción sobre los candidatos locales. No sintieron que estuvieran decidiendo sobre la gestión municipal o provincial. Fue una elección más identitaria que programática”, dijo.

Y agregó: “En contextos de baja politización, el voto electrónico también juega un rol: uno llega a la pantalla, reconoce una marca, un nombre, y opta sin haber comparado demasiado. No le quita mérito al resultado, pero es importante entender cómo se votó para saber qué mensaje se dio”.

Una campaña sin propuestas ni definiciones claras

Consultado sobre la campaña electoral, Gebhard la calificó como “apagada y sin propuestas relevantes”. Señaló que hubo poca claridad en la diferenciación entre oficialistas y opositores, y que eso generó confusión. “Hay espacios que mezclan figuras oficialistas con opositoras. Frente a eso, el electorado muchas veces elige lo nuevo, lo puro, lo que se presenta con identidad propia”, observó.

Además, opinó que la falta de propuestas concretas no solo es responsabilidad de los partidos. “También hay un desgaste general. Venimos de meses de tensión política muy fuerte a nivel nacional. Eso agotó al electorado, que bajó el nivel de exigencia a sus candidatos locales. Hay como una fatiga democrática, donde la gente ya no quiere escuchar peleas ni discursos vacíos”, señaló.

Para Gebhard, esta dinámica también interpela al rol de los medios, la sociedad civil y la propia consultoría política. “No podemos exigir más profundidad si no generamos canales para que esas propuestas se escuchen y se debatan”, dijo.

Finalmente, el analista planteó que la clave estará en cómo los nuevos actores políticos gestionen esta oportunidad. “La sociedad ya ha tenido catarsis electorales parecidas, como cuando el Partido Obrero logró nueve bancas. Lo difícil es traducir ese impulso en una opción concreta de poder. Ya le pasó también a Juntos por el Cambio”, recordó.

En ese sentido, advirtió que el resultado implica una gran responsabilidad para La Libertad Avanza. “El desafío es demostrar que no solo son una expresión de descontento, sino una alternativa de gobierno creíble. De eso dependerá que este fenómeno crezca o se diluya”, finalizó.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales

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