De ver a Riquelme pidiendo “por favor Marchesín ataja los penales”, a el grito de la platea claro y fuerte con el “que se vayan todos que no quede ni uno solo” y “la comisión se ve a la …”. Y sí, la Bombonera se hizo sentir en un clima que ardía y aunque desde la popular intentaron callar, a la vista quedó lo disconforme que está el hincha.
Por eso es que el día después de lo que fue la clasificación de Boca cuartos de finales, Román aparece otra vez en la mira. El equipo sabe que, de mínima, está obligado a ganar el torneo local pero eso no ayudará de mucho.
Afuera de la Copa Libertadores y con el Mundial de Clubes por delante, en el club deberán definir si Mariano Herrón sigue o no como interino tras el despido de Fernando Gago. Con un nerviosismo a flor de piel, entre la hinchada se dividieron entre quienes culpaban a Riquelme y no.
CLIMA TENSO EN LA BOMBONERA CON RIQUELME
Y si bien en Boca siempre en su historia lo importante fue ganar, el modo en que hoy lo consigue el equipo es lo que no conforma. Por eso es que también hubo algunas reprobaciones en silbidos para jugadores que salieron del campo como Alan Velasco.
El impacto que tuvo las reprobaciones de la hinchada es algo que marca un antes y después en el club ya que es la primera vez que ocurre que Riquelme se lleva insultos. Al ser el máximo ídolo en la historia boquense, este presente es algo que él mismo no quisiera pasar.
El fallo constante en la elección de cada técnico que no funcionó, la llegada de refuerzos que, pese a tener un nombre importante, dejaron mucho que desear, y diferentes maneras de manejar el club, son los tres puntos que ubican a Román en la mira y genera preocupación de cara a su futuro.
Fuente: https://www.paparazzi.com.ar/