Incluso, Pepe fue un poco más allá y habló de un tercero en discordia. Palabras más, palabras menos, contó que un “azafato” o “secretario” en los programas de Laurita se había transformado en la principal piedra en el zapato de Peluca. Allí sí llegaron las negativas: la modelo se puso en contacto con Angel de Brito y trató de mentiroso y de hombre “capaz de inventar cualquier cosa” a Ochoa, que contestó recordando las peores maldades que la rubia les hizo a sus novios. A todos.
Yanina fue bastante más medida que Pepe. Pero al mismo tiempo más profunda, porque no expuso un problema de “polleras” o de “cuernos” como motivo de la separación sino una diferencia sustancial en un tema más de fondo digamos, que conoce al detalle porque es vecina de la pareja en un barrio cerrado del conurbano. Porque esa también parece ser una ley de los famosos: en cuanto pegan algo de plata, pimba, se mudan a un country.
En el programa que conduce todas las tardes en la radio “El Espectador” -también está a cargo de SQP en América, es la panelista más picante de LAM y maneja sus redes sociales- Yanina contó que “Laurita trabaja mucho y tiene un departamento en Capital y una casa en un country, al lado de la mía. Yo me los cruzo muchas eces y él nos escucha en la radio” explicó primero. Después, contó qué les está pasando.
YANINA LATORRE CONTO EL VERDAERO MOTIVO DE LA SEPARACION DE LAURITA FERNANDEZ Y PELUCA BRUSCA
“Tuvieron como un desencuentro, una crisis de estar unos días viviendo en casas separadas y la están pasando. Peluca no querían ni que citen a Emiliano porque es amigo de él. A veces se hace toda una historia de algo… El me sostuvo lo que yo sabía que es una crisis. Como que ella es más pendeja y no está por ahí ya para tener un hijo, una familia y vivir y él por la edad apuraría más” aseguró.
“Ella tiene 35 y él 41. Ella no es tan pendeja pero está en un momento donde hace teatro, tiene su propio programa, está en un crecimiento que ella está más para crecer y tener un novio pero no una convivencia, una familia y un pibe. Y él que tiene 41 ya tiene ganas de tener un hijo. Podés seguir laburando, pero cuando tenés un pibe laburás a media máquina y hay un año invariablemente que vas a parir y después el nene nace y le das la teta. Yo creo y esto ya es opinión que deben haber tenido esa charla de “y nos casamos y tenemos un hijo” y ella le habrá dicho “pará dejame pensarlo” y se fue cada uno a su casa”.
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