Los 133 cardenales encargados de elegir al sucesor de Francisco quedaron aislados del mundo, sin acceso a internet, teléfonos, televisión o la prensa, hasta que se pongan de acuerdo sobre un nuevo pontífice.
Antes, cada uno de los cardenales juró guardar secreto sobre el proceso y desempeñar “fielmente” el papel de pontífice si resulta electos por “disposición divina”.
AFP
Fuente: https://salta.telefe.com/redes