A mediados de los años 1994, Julia Roberts y Nick Nolte protagonizaron Me gustan los líos (I Love Trouble, en su idioma original), una comedia romántica dirigida por Charles Shyer que, paradójicamente, estuvo marcada por una relación plagada de fricciones personales.
Ambientada en el competitivo mundo del periodismo, la película narra la historia de Sabrina Peterson (Julia Roberts), una joven reportera meticulosa y ambiciosa, y Peter Brackett (Nick Nolte), un veterano periodista con fama de arrogante.
Ambos se ven obligados a trabajar juntos para investigar un misterioso accidente de tren que oculta una conspiración industrial. Entre peleas, sarcasmos y una creciente atracción mutua, el filme explora los clichés del “enemigos a amantes”, fórmula clásica del género.
Julia Roberts y Nick Nolte protagonizaron “I Love Trouble” en 1994 (Escena de “I Love Trouble”)
Sin embargo, lo que en pantalla parecía una historia de tensión sexual no resuelta entre dos periodistas rivales, era en realidad el reflejo de una convivencia difícil entre sus protagonistas fuera del set.
En el momento del rodaje, ambos actores eran dos de los rostros más reconocibles de Hollywood. Ella, consolidada como estrella internacional tras éxitos como Pretty Woman (1990) o El informe pelícano (1993).
Mientras que él, tenía una filmografía sólida que incluía títulos como Límite: 48 horas (1982), El príncipe de las mareas (1991) y El cabo del miedo (1991).
Lo que prometía ser un tándem explosivo en pantalla, se convirtió en un desafío para el equipo de producción. Las tensiones entre ambos actores fueron notorias durante el rodaje.
Julia Roberts y Nick Nolte tuieron conflictos durante el rodaje de “I Love Trouble” (Shutterstock)
La actitud relajada y algo fanfarrona de Nick Nolte contrastaba con el enfoque meticuloso y exigente de Julia Roberts, generando continuas discusiones entre toma y toma. El clima de hostilidad alcanzó tal punto que los rumores sobre su mala relación afectaron incluso la promoción del filme.
Años después, las rencillas quedaron confirmadas públicamente. En una entrevista de 2003, la actriz de 57 años no dudó en calificar la experiencia junto a su colega como un infierno
“No me interesa hablar mal de nadie, pero al trabajar con Nick viví un infierno. Es completamente desagradable. Cada día era una batalla de egos, y él siempre iba al frente de esa guerra”, expresó.
Julia Roberts afirmó que trabajar con Nick Nolte fue un infierno. (REUTERS/Sarah Meyssonnier)
Es así que la mala química fuera de cámara terminó eclipsando el rendimiento de la película, que fue recibida con tibieza por la crítica y tuvo una recaudación modesta en taquilla.
A pesar de contar con dos grandes nombres en su cartel, Me gustan los líos pasó a la historia más por los entresijos de su producción que por su valor cinematográfico.
Nick Nolte, por su parte, respondió a las declaraciones de su excompañera en tono similar, asegurando que la famosa no era del todo agradable,
“No voy a negar que fue difícil. Julia no es una buena compañera de escena. Le gusta controlar todo. Cuando alguien le lleva la contraria, se pone imposible”, comentó.
Nick Nolte dijo que Julia Roberts era una pésima compañera de escena. (Photo by Venturelli/WireImage)
Hoy, tres décadas después de su estreno, Me gustan los líos se recuerda como una película donde la ficción y la realidad se mezclaron más de lo esperado, dejando una lección clara: en Hollywood, a veces el verdadero drama está detrás de cámaras.
Cabe destacar que el caso se suma a una lista de episodios conflictivos en la carrera de Julia Roberts, quien también tuvo desencuentros públicos con compañeros como Hugh Grant, su coprotagonista en Notting Hill (1999), quien la calificó como una actriz con “una boca muy grande”.
“Ella tiene una boca enorme. Literalmente. Me refiero al tamaño de su boca. Cuando la besas, es como besar el Gran Cañón”, dijo el actor durante una entrevista en el programa de Jonathan Ross en 2004.
Hugh Grant dejó entrever que su relación con Julia Roberts en “Notting hill” no fue la mejor. (Universal Pictures / Photofest)
Aunque la frase fue dicha en tono humorístico, se interpretó como una muestra más de la complicada dinámica que pudo existir entre ambos durante el rodaje. El actor también mencionó en otras entrevistas que Julia podía ser “difícil” en el set, aunque sin llegar a insultarla directamente.