El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien mantuvo un breve encuentro con el papa Francisco apenas horas antes de su muerte, expresó su profundo pesar por el fallecimiento del pontífice, ocurrido este lunes a los 88 años de edad en Roma.
“Acabo de enterarme del fallecimiento del Papa Francisco. Mi corazón está con los millones de cristianos de todo el mundo que lo amaron”, manifestó Vance en su cuenta oficial de X, mientras se encontraba en visita oficial en Nueva Delhi.
“Me alegré de verlo ayer, aunque obviamente estaba muy enfermo. Pero siempre lo recordaré por la homilía que dio en los primeros días de la COVID. Fue realmente hermosa. Que Dios le dé descanso”, añadió el vicepresidente estadounidense.
I just learned of the passing of Pope Francis. My heart goes out to the millions of Christians all over the world who loved him.
I was happy to see him yesterday, though he was obviously very ill. But I’ll always remember him for the below homily he gave in the very early days… — JD Vance (@JDVance) April 21, 2025
El encuentro entre Vance y el Papa ocurrió el domingo de Pascua en la residencia pontificia de Casa Santa Marta, donde intercambiaron brevemente saludos festivos por la Pascua. Según informó la oficina de prensa del Vaticano, la reunión “duró sólo algunos minutos, el tiempo para intercambiarse la felicitación por la Pascua”.
Horas después de este breve encuentro, a las 7:35 horas (5:35 GMT) del lunes, el papa Francisco falleció en su residencia, según anunció en un videomensaje el cardenal Kevin Joseph Farrel, camarlengo de la Iglesia Católica.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto a las 7.35 horas de hoy, el obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre”, declaró Farrel en el mensaje grabado en la capilla de Casa Santa Marta, acompañado por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, el sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra, y el maestro de ceremonias, Diego Ravelli.
Según informó la oficina de prensa del Vaticano, la reunión “duró sólo algunos minutos, el tiempo para intercambiarse la felicitación por la Pascua”. (Vatican Media/REUTERS)
La salud del pontífice argentino se había deteriorado considerablemente en las últimas semanas. Francisco había estado ausente de todos los ritos de la Semana Santa mientras se recuperaba de una prolongada hospitalización por neumonía bilateral. Tras 38 días en el hospital, había recibido el alta médica el pasado 23 de marzo.
Su última aparición pública fue, precisamente, el domingo de Resurrección, cuando impartió la tradicional bendición “Urbi et Orbi” desde el balcón central de la Basílica de San Pedro. A pesar de su evidente debilidad física, recorrió la plaza en el papamóvil durante varios minutos e incluso se detuvo para bendecir a algunos niños, aunque observadores notaron su apariencia ausente y sus dificultades para moverse.
El papa Francisco participó de la misa de Pascuas en el Vaticano
La visita de Vance al Vaticano formaba parte de un viaje oficial que incluía una escala en Italia, donde el viernes se había reunido con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. El sábado, el vicepresidente estadounidense mantuvo un encuentro con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, con quien discutió la situación internacional, especialmente sobre los países afectados por conflictos bélicos y crisis humanitarias.
Vance, quien se convirtió al catolicismo en 2019, asistió a ceremonias en el Vaticano acompañado por su esposa, Usha, y sus tres hijos, sentándose en primera fila ante el altar papal. A pesar de su fe católica, el vicepresidente estadounidense ha sido asociado con el ala ultraconservadora de la Iglesia que no ocultaba ciertas diferencias con el pontificado de Francisco, particularmente en temas como la acogida a migrantes.
De hecho, el pasado 11 de febrero, el Papa había enviado una carta a los obispos estadounidenses en la que criticaba las deportaciones masivas decretadas por la administración de Donald Trump, considerando que “lastiman la dignidad de muchos hombres” e instando a la Iglesia de Estados Unidos “a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados”.
El fallecimiento del Papa Francisco, primer pontífice latinoamericano de la historia y figura de gran influencia global durante sus once años de pontificado, marca el fin de una era para la Iglesia Católica caracterizada por reformas internas y un enfoque especial hacia los más vulnerables.
Como parte del protocolo establecido para la sede vacante, el cardenal Farrel, en calidad de camarlengo, asumirá las funciones administrativas de la Santa Sede hasta la elección de un nuevo pontífice, proceso que deberá iniciarse en los próximos días.