Muchas veces, los pacientes me comentan: “Doctor, estoy pasando una etapa difícil, mucho trabajo, mucho estrés. Me tomé la presión y la tengo alta, pero me quedo tranquilo, es presión nerviosa”. Cuando los escucho, siempre respondo que eso no existe.
No hay publicación científica, no hay ningún libro médico que mencione algo así como “presión nerviosa”.
Claro, es comprensible que muchas personas intenten dar una explicación lógica y accesible a un momento de incomodidad o tensión, pero lo cierto es que el fenómeno que describen tiene que ver con algo muy distinto.
El cuerpo, en situaciones de estrés agudo, ya sea por un accidente de tránsito, una discusión fuerte o cualquier otra situación que nos provoque una activación emocional o física, reacciona. Es una respuesta natural. El corazón late más rápido, la presión arterial se eleva, y todo esto tiene sentido porque el organismo se prepara para enfrentar lo que está ocurriendo, para combatir o escapar de la situación.
Pero este aumento en la presión es temporal y no debe confundirse con una enfermedad crónica.
Aunque muchas veces se asocia con el estrés, la llamada “presión nerviosa” es solo una idea equivocada (Imagen Ilustrativa Infobae)
Lo que debe preocuparnos, y lo que trato de explicar con claridad a mis pacientes, es que la hipertensión arterial es una condición que afecta a uno de cada tres individuos, pero la mitad de estas personas no lo sabe.
La hipertensión es una enfermedad silenciosa, insidiosa, y uno de los problemas más comunes a nivel global. Más preocupante aún es que de aquellos que tienen conocimiento de su condición, menos de la mitad sigue el tratamiento adecuado. Y esto es lo que realmente importa: un diagnóstico apropiado y un tratamiento adecuado.
Es fundamental desmitificar conceptos erróneos como la “presión nerviosa”, y es una de las razones por las que insisto tanto en que los pacientes no se queden tranquilos ante un episodio aislado de presión elevada. Si, por nervios, tenemos un aumento temporal en la presión arterial, eso solo debe ser una señal de alerta, un indicio de que necesitamos acudir a un control médico. Esta es una de las formas más sencillas de prevenir complicaciones graves relacionadas con la hipertensión.
Cuáles son los valores normales de presión arterial
La hipertensión se refiere al aumento persistente o continuo de los niveles de presión arterial. Para comprenderlo, es esencial primero entender qué es la presión arterial: es el resultado de la fuerza que el corazón aplica sobre las arterias para impulsar la sangre hacia los diversos órganos del cuerpo.
La presión más alta se alcanza cuando el corazón se contrae, mientras que la más baja ocurre durante su fase de relajación.
Uno de cada tres adultos en el mundo sufre de hipertensión sin saberlo (Freepik)
Ahora bien, si alguien me preguntara cuáles son los valores recomendados de presión arterial, respondería que la presión no debe superar los 13/8, o 130 mmHg de máxima y 80 mmHg de mínima. Si los valores superan los 135 mmHg de máxima y 85 mmHg de mínima, recomiendo acudir a un control médico para realizar un estudio más detallado.
La hipertensión arterial es una de las enfermedades más comunes y peligrosas, ya que puede desencadenar problemas de aterosclerosis, infarto de miocardio, o incluso un accidente cerebrovascular.
El envejecimiento precoz debido a la aterosclerosis, por ejemplo, no es algo que deba tomarse a la ligera. Este tipo de enfermedades no solo afectan el sistema cardiovascular, sino que también tienen un impacto directo en nuestra piel, que se vuelve más envejecida y menos saludable debido a la circulación sanguínea comprometida.
La hipertensión arterial es una de las enfermedades más comunes y peligrosas, ya que puede desencadenar problemas de aterosclerosis, infarto de miocardio, o incluso un accidente cerebrovascular.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Fuente: https://www.infobae.com/america/