“Desde que llegamos al estadio no paró de llover. Recorrimos el campo y la pelota no circulaba en ningún sector. La línea está tapada por agua, es imposible jugar así”, expresó Grindetti, visiblemente preocupado por las condiciones climáticas. “Lo más importante es que no podemos arriesgar a los jugadores en estas condiciones. Lamentablemente, tuvimos que demorarlo”, agregó.
El presidente también aclaró que la decisión fue tomada en conjunto con el árbitro del encuentro: “La cancha se hace indomable, y más allá de lo deportivo, está la salud de los futbolistas. Era lo más sensato”.
Los jugadores tuvieron que realizar la entrada en calor en un costado de la cancha (Foto: Fernando Font)
Con la suspensión consumada, el plantel de Independiente ya piensa en el próximo partido ante Guarani por la tercera fecha de la Sudamericana. “Nos volvemos para viajar a Paraguay. Tenemos una semana entre el partido con Riestra y el de Central, y veremos qué decide la AFA respecto a la reprogramación”, señaló Grindetti.
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