La medida fue solicitada por la fiscal María Emilia Curten Haquim, quien imputó al acusado por “abuso sexual simple agravado por ser miembro de un culto religioso (un hecho) y abuso sexual con acceso carnal agravado por ser miembro de un culto religioso (cuatro hechos), en concurso real”.
La fiscalía fundamentó su pedido en las declaraciones de la víctima, informes psicológicos, evidencias digitales, antecedentes y otros elementos recolectados durante la investigación. Y, según lo denunciado, al menos tres de los episodios ocurrieron en la parroquia donde el acusado se desempeñó como párroco hasta marzo.
El tribunal consideró que la prisión preventiva busca preservar la integridad psicofísica de la víctima, evitar su revictimización y asegurar el desarrollo adecuado de la investigación.