El ex párroco Bruno Atilio Luis quedó formalmente detenido con prisión preventiva por el término de 40 días, tras ser acusado de abusar sexualmente de una joven en la provincia de Jujuy. La medida fue dictada por el Juzgado Especializado en Violencia de Género N° 2, que ya había ordenado su aprehensión el pasado viernes 11 de abril, así como un allanamiento en su domicilio en la localidad de Lozano.
La fiscal a cargo del caso, María Emilia Curten Haquim, imputó al ex sacerdote por abuso sexual simple agravado por ser miembro de un culto religioso (un hecho) y abuso sexual con acceso carnal agravado también por su condición de religioso (cuatro hechos), todo en concurso real.
Según se desprende de la investigación preliminar, al menos tres de los episodios denunciados habrían ocurrido dentro de la misma parroquia donde oficiaba el acusado, “Nuestra Señora de Nieva”, ubicada en la capital jujeña. El ex párroco fue apartado de sus funciones el 9 de marzo pasado, tras las primeras acusaciones.
“El acusado aprovechó su investidura religiosa para prometer contención y refugio a una joven en estado de vulnerabilidad”, explicaron fuentes judiciales.
Los hechos, según reconstruyeron los investigadores, habrían sucedido entre octubre y noviembre de 2023. Las pruebas que respaldan la imputación incluyen testimonios de la víctima, pericias psicológicas, análisis digitales y antecedentes del imputado.
El tribunal justificó la prisión preventiva como necesaria para “preservar la integridad psicofísica de la víctima, evitar su revictimización y garantizar el desarrollo adecuado del proceso penal”.
En medio del revuelo generado por el caso, el Obispado de Jujuy emitió un comunicado oficial, donde expresó su disposición a colaborar con la Justicia y manifestó su condena frente a los hechos denunciados:
“El Obispado de Jujuy comunica que, anoticiado por el Juzgado de Violencia de Género de una denuncia hacia el sacerdote Atilio Luis Bruno y su detención, hemos manifestado nuestra disposición a colaborar con la Justicia en todo lo que nos sea requerido y nuestro rotundo rechazo ante estos hechos”.
La causa avanza en etapa investigativa mientras el acusado permanece privado de su libertad, en un caso que reabre el debate sobre los abusos sexuales en contextos eclesiásticos y el rol de la institución frente a estas denuncias.