El debut del dólar sin cepo marcó un giro decisivo en la política económica del Gobierno nacional. Desde este lunes, el tipo de cambio opera bajo un sistema de flotación administrada, sin el régimen de restricciones que rigió durante años. En ese contexto, el contador Juan Pablo López López analizó el nuevo escenario financiero y sostuvo que “la flexibilización del cepo llega en un momento inmejorable” por su coincidencia con factores estacionales y fiscales que podrían acelerar el ingreso de divisas.
“Esta medida no sólo se da tras haberse alcanzado el acuerdo con el Fondo Monetario y con la expectativa de dólares frescos, sino también justo cuando está por comenzar la cosecha gruesa de soja. Eso es clave para el flujo de divisas que necesita el país”, explicó López López en diálogo con El Tribuno.
El contador remarcó que el nuevo esquema podría beneficiar al sector agroexportador, al permitir una mejor cotización del dólar para quienes liquiden su producción. “El dólar está flotante, y eso los beneficia directamente. Además, hasta el 30 de junio sigue vigente una ventana con reducción de retenciones para el agro. Desde el 31 de enero, hay una baja de aranceles que fue muy importante”, indicó.
Esa combinación de tipo de cambio más alto y menor presión fiscal genera, según López López, un escenario ideal para que los productores vendan. “El Gobierno ya confirmó que a partir de junio volverán las alícuotas anteriores. Por eso, muchos van a apurarse a liquidar en este tramo, antes de que se termine el beneficio”, señaló.
Para el analista, esta dinámica permitiría fortalecer las reservas del Banco Central, algo que el oficialismo necesita mostrar como signo de estabilidad macroeconómica. “Una liquidación fuerte de los exportadores va a consolidar las arcas del Banco Central y mejorar la posición externa del país”, aseguró.
Sin embargo, López López fue prudente sobre el alcance social inmediato del nuevo régimen cambiario. “Esperamos que esto no quede solo en el sector financiero. Lo importante es que empiece a derramarse en el sector económico con inversiones extranjeras y mejoras para la gente”, expresó.
Uno de los principales desafíos, afirmó, es revertir la pérdida del poder adquisitivo. “Los salarios siguen muy rezagados. Aunque la inflación haya bajado, los sueldos todavía no logran recuperar lo perdido durante esta gestión. Es urgente que el crecimiento que se busca con estas medidas se vea reflejado en el bolsillo de la gente”, concluyó.
El nuevo esquema cambiario aún debe superar pruebas clave, como la estabilidad del mercado, la reacción de los exportadores y el comportamiento de los precios internos. Pero para especialistas como López López, el contexto actual ofrece una oportunidad que el Gobierno deberá saber capitalizar.