El 26 de febrero de 2011, un partido de la Primera D del fútbol argentino entre Claypole y Victoriano Arenas se convirtió en un evento histórico por razones que nadie hubiera imaginado. Lo que debía ser un encuentro más en el calendario de la quinta división terminó con un récord mundial: 36 tarjetas rojas mostradas por el árbitro Damián Rubino, tras una pelea generalizada que involucró a jugadores, suplentes y miembros del cuerpo técnico.
De acuerdo con la BBC, este suceso marcó un antes y un después en el fútbol, dejando una mancha imborrable en la historia del deporte.
El encuentro se disputó en el estadio Rodolfo Vicente Capocasa, en el sur del Gran Buenos Aires. Claypole, que buscaba acercarse a los primeros puestos de la tabla, se enfrentaba a un Victoriano Arenas sin aspiraciones de campeonato ni riesgo de desafiliación. Sin embargo, lo que comenzó como un partido tranquilo terminó en un caos absoluto, con escenas de violencia que dieron la vuelta al mundo.
La tensión desde el minuto cero
El ambiente previo al inicio del partido ya se encontraba muy “caldeado”. Sergio Colucci, entrenador de Victoriano Arenas en aquel entonces, relató que los hinchas locales generaron un clima hostil desde el vestuario. “Saltaban en el techo del vestuario como caballos. Eso mete tensión en los jugadores”, explicó luego a TyC Sports.
Así, comenzó un partido lleno de cruces y discusiones entre los jugadores, lo que fue escalando con el paso de los minutos. Ariel Horonoz, volante de Claypole y autor del primer gol del encuentro, señaló que “hubo muchos roces desde el inicio, y con eso siempre queda alguna calentura”. A los 25 minutos del segundo tiempo, marcó el 1-0, y poco después, Jonathan Ledesma selló el 2-0 definitivo. Sin embargo, el resultado quedó completamente opacado por los incidentes que se desataron al final.
Imágenes de la pelea entre jugadores de Claypole y Victoriano Arenas, mostrando a la policía intentando controlar la situación. Foto: Captura de pantalla
El caos
Cuando terminaba el primer tiempo, Claudio Leiva, jugador de Victoriano Arenas, fue expulsado tras un intercambio de golpes con un rival. Según Colucci, “reaccionó mal después de recibir una trompada en la oreja”. Aunque los entrenadores intentaron calmar los ánimos durante el descanso, el clima de tensión continuó persistiendo en el complemento.
No obstante, el detonante final llegó cuando Rodrigo Sánchez, de Victoriano Arenas, fue sustituido a 15 minutos del final. El delantero, quien había jugado anteriormente en Claypole, fue blanco de insultos de la hinchada local durante todo el partido. Al ser reemplazado, discutió con su entrenador y fue expulsado por el árbitro. En lugar de retirarse, se quedó cerca del campo, y tras el pitazo final, regresó para golpear a un rival.
La batalla campal
El golpe de Sánchez desató una pelea masiva en la que participaron jugadores, suplentes y hasta miembros del cuerpo técnico. Según el árbitro Damián Rubino, quien habló con la BBC, “todos los jugadores estaban involucrados en la pelea, lanzando golpes y patadas”. Rubino decidió expulsar a los 22 titulares, los 14 suplentes y un asistente técnico, estableciendo un récord mundial de tarjetas rojas en un solo partido.
Las imágenes del incidente, que se viralizaron en internet, muestran a los jugadores enfrentándose en el campo, mientras la policía intentaba controlar la situación. Según Joan Guerra, jugador de Claypole, “al principio intentamos separar, pero las pulsaciones estaban a mil y nadie se pudo controlar”.
El árbitro Damián Rubino expulsó a 22 titulares, 14 suplentes y un técnico, estableciendo un récord histórico. Fuente: BBC
36 expulsados y un récord negativo en el fútbol argentino
“No es un récord positivo y no me satisface ser parte de él”, declaró Rubino, tiempo después a la BBC. El colegiado expresó que este incidente “afectó” su carrera porque estuvo un año sin dirigir partidos de Claypole o Victoriano Arenas.
También reflexionó sobre la falta de respeto hacia los árbitros en el fútbol argentino, afirmando que “no tiene mucho respeto ni credibilidad”. En total, estos fueron los expulsados de ambos equipos:
Claypole : Walter Romero, Lucas Fregotte, Damián Robin, Ramón Luguercho, Carlos Torres, Cristian Alarcón, Adrián Cardozo, Gastón Gomes, Gonzalo Barila, Osvaldo Gáspero, Jonathan Ledesma, Alan Castro, Joan Guerra, Ángel Benítez, Ezequiel Maldonado, Nicolás Aranda, Gastón Aranda y Ariel Horonoz, además del utilero Aquiles Fernández.
Victoriano Arenas: Gastón Rudniezki, Matías Pardo, Matías Laporte, Lucas Medina, Robert Paredes, Emmanuel Aranda, Rodrigo Sánchez, Cristian Álvarez, Claudio Leiva, Fabián Ortiz, Damián Suárez, Diego Viano, Nelson Maldonado, Ariel Vitacca, Fernando De Ferraris, Gastón Torres, Fabián Gaddi, Hernán Figueredo.
Rubino explica que evitó mostrar las tarjetas inmediatamente para no agravar la violencia en el campo. Fuente: BBC
La explicación del árbitro
Rubino no mostró las tarjetas rojas en el momento de la pelea para evitar agravar la situación. En cambio, incluyó a todos los involucrados en su informe, justificando: “desde mi perspectiva, todos participaron”. Aunque su decisión fue respaldada inicialmente, el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) revisó el caso y redujo las sanciones a solo siete jugadores.
Entre los sancionados, Rodrigo Sánchez recibió la pena más severa, con siete fechas de suspensión, mientras que otros jugadores, como Claudio Leiva y Nicolás Aranda, enfrentaron suspensiones menores. El resto de los expulsados pudo continuar jugando en la siguiente jornada.
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