El plantel venía de un viaje largo y tedioso para visitar a Nacional Potosí, luego enfrentó el domingo a Lanús (1-1) en la Fortaleza y, poco más de 48 horas después venció con lo justo al conjunto uruguayo. Por eso, Julio Vaccari destacó el sacrificio y el temperamento que mostraron sus jugadores. “El triunfo fue pura mística”, comentó el entrenador. Una frase que puede sonar algo exagerada, pero que se torna comprensible si se contempla el contexto. “Las noches de Copa en esta cancha son con mística. Hay algo dando vueltas y los chicos lo pudieron aprovechar”, remarcó, aludiendo al peso de la historia del club.
Julio Vaccari, entrenador del Rojo, destacó el sacrificio de sus dirigidos. (Fotobaires).
“Lo de estos jugadores me emociona. Los centrales no estaban para jugar y empujaron hasta el último minuto. Si les llego a decir de tirar un partido, me matan”, contó el entrenador. El duelo no se presentó sencillo para Independiente. En el primer tiempo le costó elaborar y tener profundidad y en el complemento levantó un poco con los cambios. “Nos estaba costando encontrar los espacios entre líneas. La idea en el segundo tiempo era encontrarlos a ellos en la zona de los internos con buen pie, tener opciones de pase y que no se metan atrás”, analizó Vaccari.
Más allá de las respuestas futbolísticas, el técnico hizo mucho hincapié en ponderar la entrega en momentos de dificultad. “Me queda con una sensación de alegría por este grupo. Los jugadores se lo merecen por el esfuerzo que hacen y por cómo se brindan en la semana”, planteó el entrenador. Y remató: “Ellos son buenos, fue un buen rival. Pero estos chicos tienen un corazón enorme. Lo han demostrado y pudieron resolver el partido por eso”.
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