Un insólito y alarmante hecho de inseguridad ocurrió en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán durante la madrugada del miércoles, cuando un delincuente ingresó a un comercio ubicado en pleno centro y logró escapar con distintos objetos a pesar de que el local se encuentra a solo una cuadra de la comisaría.
El robo tuvo lugar alrededor de las 4.30 de la mañana en “Parada 20”, un local ubicado en la esquina de las calles 20 de Febrero y Egües. Su propietario, Juan Torrá, fue alertado por el sistema de seguridad cuando el intruso ya había ingresado al comercio. “Me llamaron del sistema de alarma porque habían entrado. El delincuente con total impunidad se llevó tranquilamente una mochila, perfumes y otras cosas pequeñas mientras sonaba la alarma. Lo que más me indigna es que tenemos la comisaría aquí a la vuelta y nunca llegaron”, expresó con bronca el comerciante en diálogo con Ladran Sancho, de Metronoticias..
Torrá explicó que, tras recibir el aviso de la alarma, revisó las cámaras de seguridad del local, donde pudo ver al delincuente moviéndose dentro del comercio. Inmediatamente se comunicó al Sistema de Emergencia 911, pero jamás obtuvo respuesta. “Era feriado, sí, pero eso no puede ser una excusa”, apuntó con dureza.
La situación, sin embargo, no es nueva para él. Según denunció, ya sufrió varios robos en el mismo lugar. “La vez pasada me robaron todos los reflectores. También se paseaban por los techos cuando me sacaron los cobres de los aires acondicionados. Mostré las cámaras a la policía y nunca hicieron nada. No hay seguridad, la policía no te da importancia. Cada vez estamos peor”, lamentó.
Lo más llamativo del caso es la cercanía del comercio con la Comisaría Primera (ex Comisaría 20), ubicada sobre calle Uriburu al 300, a solo una cuadra del lugar del robo. Esa cercanía no solo no evitó el delito, sino que tampoco sirvió para que la fuerza de seguridad diera una respuesta rápida.
El hecho se suma a una serie de denuncias realizadas por vecinos y comerciantes del microcentro de Orán, que aseguran sentirse completamente desprotegidos, incluso en horarios donde los delitos se cometen con total impunidad.