Durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada, la funcionaria explicó que el proyecto “se amplía a todos los negociados que rodean a la actividad de estas barras bravas, como aquellos mecanismos que generan un tipo de financiamiento que en muchos casos está avalado por las conducciones de los clubes”. También abarca a los dirigentes que permiten esas prácticas.
Bullrich afirmó que con la iniciativa “los que generan hechos de violencia no van a poder ingresar a los estadios” y agregó que “prohibir la entrada a la cancha implica desarmar la lógica de los negociados que se generan muchas veces entre conducciones de clubes y barras”.
Según la ministra, actualmente “hay 15 mil personas impedidas de ingresar a las canchas argentinas”, pero señaló la necesidad de avanzar sobre “los negociados que rodean a la actividad de las barras”, como “castigando a los dirigentes que facilitan entradas y micros o el ingreso de elementos contundentes o armas a las canchas”.
“Ya bajamos de manera sustancial la violencia, pero esta ley va a seguir bajando la violencia en el fútbol. Es exitoso el programa Tribunas Seguras, pero le faltaba ir a fondo para que las barras no vayan a los estadios y desarticularlas como organizaciones criminales”, sostuvo. Respecto a la prohibición de hinchas visitantes en los estadios, Bullrich aclaró que “es responsabilidad de cada distrito, no es una cuestión federal, es de las ciudades y las provincias”.
El proyecto, elaborado por el equipo de abogados del Ministerio de Seguridad, busca tipificar a las barras como un tipo especial de asociación ilícita y tratarlas como organizaciones criminales. Además, contempla sanciones de cárcel para los dirigentes de los clubes de fútbol en caso de que se demuestre una relación de connivencia o apoyo logístico a los barras.