A dos semanas de la apertura de sobres en la licitación para el control de la Hidrovía Paraná – Paraguay, el proceso sigue generando disputas entre las empresas y el Gobierno. Dos de las compañías que anteriormente denunciaron irregularidades en el pliego de licitación –la belga Dredging International (Deme) y la danesa Rohde Nielsen– volverán a la Justicia para intentar frenar el proceso, luego de que su primera presentación fuera rechazada por el juez Enrique Lavié Pico.
Esta vía navegable es clave para la exportación de granos y subproductos desde Argentina, representando más del 80% de la producción exportable del sector. Desde el Gobierno nacional aseguran que la licitación avanzará sin modificaciones y que el 12 de febrero se conocerán los oferentes para la concesión del dragado y mantenimiento.
Deme y Rohde Nielsen sostienen que los requisitos de la licitación favorecen a la empresa belga Jan de Nul, concesionaria del servicio desde 1995 y principal candidata a continuar con el contrato por 30 años más. Estas empresas planean apelar el fallo judicial que desestimó su solicitud de suspensión de la licitación.
Otra firma que ha expresado disconformidad es la neerlandesa Boskalis, que cuestiona que el Gobierno busca beneficiar a Jan de Nul para compensar una deuda de US$80 millones que la extinta Administración General de Puertos (AGP) mantiene con la concesionaria actual.