Muchos argentinos se acercaron desde primera hora a tratar de conseguir un saludo de Franco. La misión, para algunos, era imposible: cada seguridad en la Puerta 7 respondía de la misma manera “imposible, hoy está cerrado”. Claro, quienes tenían una entrada tradicional únicamente pueden entrar a Interlagos a partir del viernes. Y entonces, ¿cómo llegó toda esa gente al box de Williams? Con un pase VIP, que solo unos pocos lograron comprar. Y si no hubo más público dentro del circuito no fue por un tema económico, sino porque la posibilidad estaba muy acotada. La experiencia debía ser especial.
Franco Colapinto sale a saludar la multitud fanáticos argentinos que lo espera en el pitstop. Foto Juano Tesone / Enviado especial
Después de haber cumplido con la tradicional caminata al asfalto bajo un calor infernal (hubo mucha humedad en San Pablo) y de haberse sometido a todas las actividades de prensa en el Media Day brasileño, Colapinto se tomó un rato para complacer a aquellos que lo esperaron bajo el sol durante varias horas. Y cuando salió a saludar a los fanáticos, las vallas parecían venirse abajo: todos querían llevarse un recuerdo.
Colapinto firmó autógrafos y hasta el brazo de algunos fanáticos. Foto Juano Tesone / Enviado especial
Con una camiseta de la Selección con el número 43, el que usa en su auto azul de Williams, se acercó y le sacó una sonrisa a los argentinos. De ver lejana la posibilidad de estar en la ciudad más grande de Brasil a ser un rockstar. Una estrella total del mundo de la F1.
Franco, con la camiseta de Argentina. Foto Juano Tesone / Enviado especial
Video: Colapinto salió a saludar a los argentinos
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