Para muchas personas las semillas de las frutas son vistas como desechos e incluso como un elemento molesto que deben quitar y que afecta al momento de comerlas.
Sin embargo, además de que son de vita importancia, pues permiten la reproducción de la fruta y que podamos seguir teniéndola para consumo lo que muchos no saben es que, además, muchas de las semillas pueden consumirse y aportan grandes beneficios a la salud.
Algunos ejemplos de esto son las semillas de papaya o de sandía y, aunque muchos no lo saben, este beneficio también lo tienen las semillas de la uva, las cuales no solo es seguro comer sino que hacerlo puede tener un efecto benéfico en tu salud.
Las semillas de uva contienen antioxidantes que ayudan a proteger las células y promueven el bienestar general. – (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cuáles son los beneficios de consumir semillas de uva
Las semillas de uva son ricas en compuestos beneficiosos para la salud, entre los que destacan los siguientes:
Previene el envejecimiento de la piel: Uno de sus principales componentes es el resveratrol, un antioxidante que ayuda a combatir el estrés oxidativo, protege las células del daño causado por los radicales libres e impulsa la síntesis de colágeno, lo que ayuda a incrementar la producción de esta proteína. Además, su consumo se ha asociado con la mejora de la salud cutánea, ya que puede ayudar a proteger contra el daño solar y fomentar la regeneración celular.
Previene enfermedades crónicas: Los antioxidantes en las semillas de uva pueden contribuir a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
Protegen la salud del corazón: Estas semillas contienen proantocianidinas oligoméricas (OPC), potentes antioxidantes que se cree mejoran la circulación sanguínea y fortalecen los vasos sanguíneos, beneficiando la salud cardiovascular.
Brinda efectos antiinflamatorios: También pueden tener efectos antiinflamatorios, lo que podría ayudar a reducir la inflamación crónica y los síntomas asociados con enfermedades inflamatorias.
Mejora la salud de los ojos: Puede contribuir a la salud ocular al mejorar la circulación en los ojos y proteger contra enfermedades como la degeneración macular.
Ayuda a prevenir la diabetes: A nivel metabólico, las semillas de uva podrían influir positivamente en la regulación del azúcar en sangre, ayudando a prevenir y manejar condiciones como la diabetes tipo 2.
Puede favorecer la pérdida de peso: También se han estudiado sus posibles efectos sobre la pérdida de peso, ya que pueden ayudar a aumentar el metabolismo y reducir la absorción de grasas.
Su consumo puede ayudar a prevenir los signos de la edad (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cómo consumir semillas de uva para obtener sus beneficios
Como mencionamos, las semillas de uva se pueden consumir de diferentes maneras para aprovechar sus beneficios.
Una forma común es a través de suplementos en cápsulas o tabletas de extracto de semilla de uva, que suelen estar disponibles en farmacias y tiendas naturistas. Estos productos aseguran una dosis concentrada de antioxidantes y otros compuestos beneficiosos.
Otra opción es el polvo de semilla de uva, que se puede añadir a batidos, yogures o zumos. Esto permite incorporar de manera fácil y rápida las semillas de uva a la dieta diaria.
Para quienes prefieren una opción más natural, las semillas pueden ser consumidas directamente al comer uvas, aunque su sabor amargo y textura dura pueden no ser del agrado de todos. Se recomienda masticarlas adecuadamente para facilitar la digestión de sus nutrientes.
Es importante seguir las indicaciones de dosificación en cualquier suplemento de semillas de uva y consultar con un profesional de la salud antes de comenzar su consumo, especialmente si se tiene alguna condición médica o se están tomando otros medicamentos, para evitar posibles interacciones o efectos secundarios.