-¿Vos te querés ir? Yo voy a hablar con los muchachos para que hagan lo posible.
Esa pregunta que en la reunión el presidente le lanzó a Medina, quizá la última joya de una camada de exportación que le está dejando millones al Xeneize, empezó a darle un marco de normalidad a la negociación con el Fenerbahce y -sobre todo- a consolidar la relación con un pibe cuya forma de tomarse las cosas contrasta con algunas de las experiencias más recientes en la materia.
Porque el posible foco de incendio al que todavía le quedaban algunas llamas encendidas y que Román ahogó con su cordial acercamiento (justo antes de viajar a México para su investidura en el Salón de la Fama), había nacido con la segunda oferta del club turco -alrededor de 15 millones de dólares- por el volante y con esa imagen posterior de la charla del volante con Merentiel en una práctica grabada por el propio club.
El pedido de Medina
Boca Juniors – El video de Boca con la charla entre Medina y Merentiel
Esa actitud y la buena predisposición del 36 -tanto en las reuniones que mantuvieron los días siguientes (una vez que Boca le comunicó a los turcos que su necesidad era mantenerlo en el plantel al menos hasta diciembre) como en la cancha en los encuentros contra Rosario Central y Talleres- dejaron una impresión muy positiva en la intimidad del mundo xeneize, un mundo que no termina de superar la sangría de juveniles que se dio en el último año y que pese a los millones recibidos sufre por cierta falta de identidad a partir de esa decisión unilateral de romper su lazo con el club.
Medina, Varela, Equi Fernández, Valentini, Langoni y Weigandt Prensa Boca
El resultado de esa sinergia (al menos hasta ahora) es un win win para ambos lados. Porque Medina sigue en carrera para irse del club de la mejor manera, así como lo hicieron Luca Langoni o como lo hará Aaron Anselmino, quienes -a diferencia de los dos que forzaron su salida- tuvieron un trato generoso en cuanto a los deseos y en las publicaciones en redes para anunciar sus respectivas ventas. Y para Boca, porque además de conservar a una de sus figuras de acá a fin de año, siembra un poco de paz en el acostumbrado clima tenso que acompaña muchas de las salidas.
Langoni Valentini Zeballos Medina Equi y Barco. Los pibes de un Boca que se fueron despidiendo.
No apuró
“Un genio Cristian”, confiaron a Olé desde el club al respecto. “Él sabe que la cláusula está lejos de la oferta, nunca nos apuró ni se plantó”. Ese detalle (al margen de su frase en el entrenamiento, que en definitiva forma parte más de un deseo que de una posición tomada), es la clave para que todo fluya tanto en la relación como en lo que se aproxima en la negociación con el equipo turco.
Boca Juniors – Medina lo empató para Boca
Una venta aún no cerrada
Porque el próximo capítulo no está definitivamente escrito, si bien es muy probable que en enero Cristian se termine poniendo la camiseta de Fenerbahce. Ese compás de negociación que se abrió con la condición que puso Boca de postergar la llegada del jugador a Turquía, calmó las aguas y dejó una base muy bien predispuesta de todas las partes para concretar en los próximos meses algo que pudo haberse precipitado si los modos eran otros.
Cristian Medina – La rabona de Medina
A favor jugó que las fechas para concretar la negociación estaban demasiado al límite. Por ejemplo, esa respuesta del Consejo en la que pedía un margen de tiempo para no perder un jugador irreemplazable sobre el final del mercado de pases, se dio sobre el límite que tenían los turcos para inscribirlo en la Europa League, con lo cual de persistir en su idea de sumarlo de inmediato solamente lo hubiesen tenido para la Superliga local (cuyo libro se cierra recién este viernes).
Boca Juniors – Medina empató el partido
De todas maneras, la posibilidad de que alguien ejecute la cláusula ya es un fantasma que sobrevuela cualquier interés de este tipo, potenciado en Boca por los últimos casos. Y en algún punto, la postura del Xeneize al declarar intransferible al futbolista -tal como pasó con Equi- pudo haber terminado en apurar los trámites. Pero Medina sueña con otra cosa: que su intachable carrera en el club -pasando de pibe a alternativa, de ahí a figura y tal vez desde acá y en lo que le quede con la azul y oro en referente- termine de la mejor manera. A la Medina de Boca.
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