El repartidor que evitó el robo a un banco de San Isidro fue contratado por la empresa para su centro de monitoreo

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La historia de Damián es digna de ser contada: de un posible robo histórico a una recompensa más que merecida. Este repartidor alertó a los guardias de seguridad del Banco Macro en San Isidro sobre una varilla de hierro que sobresalía del pavimento, a pocos metros de la sucursal. Gracias a su intervención, se descubrió el túnel que un grupo de boqueteros había construido para ingresar al banco.

En las últimas horas, la empresa decidió contratar a Damián para trabajar en su centro de monitoreo.

Una imagen difundida en redes sociales muestra su satisfacción por el nuevo rumbo que ha tomado su vida.

Todo comenzó el miércoles 7 de agosto, cuando Damián, repartidor de materias primas, estaba detenido en su camioneta esperando entregar un pedido en un local gastronómico. En ese momento, escuchó ruidos extraños provenientes del chasis de su vehículo.

Ante la duda, bajó de la camioneta y notó una varilla metálica clavada debajo del pavimento.

“Al intentar sacarla, se descubrió que estaba conectada en tramos de aproximadamente tres metros de largo”, explicó un vocero de la Policía Bonaerense. Los agentes solicitaron la intervención de las autoridades de la DDI de San Isidro y de la fiscal de turno, la doctora Asprella.

Se reforzó la seguridad en el área para prevenir cualquier intento de ingreso a la entidad bancaria.

La doctora Asprella se presentó en el lugar y ordenó un operativo de excavación para determinar si se trataba de un túnel creado para irrumpir en la sucursal. La situación fue tan insólita que el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, también estuvo presente durante el procedimiento.

“Son las 2 de la mañana del jueves. Gracias al trabajo conjunto entre la Policía de la provincia de Buenos Aires, la Fiscalía General del MPF de San Isidro y la Municipalidad, se pudo desbaratar un intento de boquete para, supuestamente, atacar la caja de seguridad del Banco Macro en pleno centro de San Isidro”, explicó el intendente en un video filmado durante la madrugada.

En un primer análisis, se descubrió que el túnel tenía 150 metros de largo y comenzaba en un taller mecánico en desuso sobre la calle Chacabuco. La obra de los delincuentes contaba con paredes encofradas para evitar derrumbes, un sistema de ventilación y tendido eléctrico.

Los especialistas de la Policía Bonaerense ingresaron a la estructura. Para ello, rompieron la capa de adoquines, una carpeta de 60 centímetros de cemento y otro metro de tierra. Finalmente, llegaron al espacio subterráneo.

Había material de construcción organizado, paredes encofradas y un tendido eléctrico, “como si fuera un túnel de minería”, afirmó una fuente clave del expediente. Encontraron máquinas para la extracción de tierra y bolsones de material excavado. También, una suerte de altillo con dos colchones para dormir, donde se halló un sistema de ventilación con caños y un motor.

El túnel, de 150 metros de largo, llegaba a “una cuadra del banco”, aseguró el mismo investigador. Expertos policiales coinciden en que la obra tardó “de 6 a 9 meses” en realizarse. Tras seguir el camino, descubrieron que el túnel comenzaba en un taller mecánico en desuso ubicado en la calle Chacabuco al 500, un galpón. En ese lugar, se cavó el suelo, se montó una escalera de madera y comenzó la obra.

A pesar de la prolijidad de los delincuentes, el desliz que los delató fue una falla en la construcción, descubierta por Damián, quien ahora recibió su recompensa y trabaja para la compañía que salvó del robo.

Por el intento de robo hay tres detenidos: Alejandro Rosendo López, alias “Jony”, acusado de trasladar a la banda en lancha hacia Uruguay; y los barrabravas de Nacional de Montevideo Alan Rodríguez y Nicolás Ignacio Carpani Romero.

Fuente: https://salta.telefe.com/redes

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