Para el Observatorio, los datos más relevantes tienen que ver con los hijos e hijas de las víctimas, el vínculo de los agresores y el lugar donde fueron asesinadas. 178 hijos e hijas quedaron sin madre, de los cuáles el 58% son menores de edad. Con respecto a los agresores, el 56% eran parejas o exparejas.
Las provincias que presentan más cantidad de muertes por femicidios son Buenos Aires con 58 víctimas, luego Santa Fe con 15, Chaco con 11 y seguido de Córdoba con 7.
En cuanto al lugar, “el más inseguro continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor (58% fueron asesinadas en su hogar)”, señala el informe.
Uno de los casos más recientes fue el de Catalina Gutiérrez en la provincia de Córdoba, cuando un compañero confesó el crimen y dijo que “era el amor de su vida” aunque solo eran amigos. En esta ocasión, no mediaba ni lo amoroso, ni violencia, ni denuncias y, sin embargo, Catalina estaba en peligro.
“No perdamos el foco: La violencia de género continúa sin disminuir. Nos encontramos ante la realidad de un Poder Ejecutivo que no considera urgentes las políticas públicas hacia la erradicación de las violencias sexistas”, señala el informe.