Jorge Castro: “En Venezuela ha ocurrido un fraude monumental”

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Para el analista internacional, Nicolás Maduro se aventuró a un “acomodar” a su favor el resultado de las elecciones del domingo respaldado en el apoyo de las fuerzas armadas venezolanas y en dos años de una estabilidad económica basada en una frágil dolarización. Eso le sirvió, sostiene, para incluso bajarle internamente el tono al aislamiento internacional que podría sufrir con su perpetuación en el poder.

Para el analista internacional, Nicolás Maduro se aventuró a un “acomodar” a su favor el resultado de las elecciones del domingo respaldado en el apoyo de las fuerzas armadas venezolanas y en dos años de una estabilidad económica basada en una frágil dolarización. Eso le sirvió, sostiene, para incluso bajarle internamente el tono al aislamiento internacional que podría sufrir con su perpetuación en el poder.

¿Cómo analiza la situación en la que se encuentra Venezuela?

Mire, el presidente Nicolás Maduro, de Venezuela, ha tenido la audacia de realizar uno de los grandes fraudes en una elección de la historia de América Latina. Lo ha podido hacer arriesgando el total aislamiento internacional que ya está experimentando en el momento actual y que se va a agravar, ciertamente. Hay que ver en este aspecto específico cuál es la reacción final de Brasil, con el presidente Lula da Silva a la cabeza y con la presencia en Caracas de la mano derecha del presidente Lula, que es Celso Amorim, que fue dos veces canciller de Brasil y que cuenta con el total respaldo y confianza del presidente Lula. En otros términos, lo que hay que preguntarse ahora, fundamentalmente, es en qué se ha respaldado el presidente Nicolás Maduro para arriesgarse a este juego de total aislamiento del sistema internacional que está experimentando ya en el momento actual.

¿En que se ha respaldado?

Hay que tomar en cuenta dos circunstancias. En primer lugar, cuenta con el respaldo pleno de las fuerzas armadas venezolanas que son una parte constitutiva del régimen chavista. En segundo lugar, en los últimos dos años ha logrado consolidar su base electoral, política y sociológica a través de la estabilización económica que ha logrado, frágil y provisoria, a través de un proceso de dolarización unilateral absolutamente involuntaria y que abarca al conjunto de la sociedad, pero que favoreció fundamentalmente a los sectores que respaldan al gobierno y a la corriente del presidente Nicolás Maduro. Estos son los dos elementos fundamentales que hay que tomar en cuenta, por lo cual el presidente Maduro se ha arriesgado a tomar esta decisión fundamental de llevar a cabo el mayor fraude electoral de la historia de América Latina y hacerlo desafiando al conjunto del sistema internacional.

Hubo un fuerte rechazo de la comunidad internacional ¿Hay otros antecedentes de un rechazo similar?

Sí hay, sobre todo en Venezuela y distintos países de América Latina han experimentado una situación de desconocimiento internacional. En el caso específico de Venezuela hoy hay que tomar en cuenta dos elementos. Uno es que Venezuela es un país relevante en América del Sur y en términos de producción petrolera, que si bien ahora ha decaído muchísimo, sigue siendo uno de los cinco países principales exportadores de petróleo a los Estados Unidos. En este sentido es un país relevante no solo en América del Sur, sino también en el sistema mundial.

¿Y el otro punto?

El otro aspecto es que el sistema internacional en este momento se encuentra subordinado a los acontecimientos que tienen lugar en los Estados Unidos, con la elección presidencial del próximo 5 de noviembre. De modo tal que la cuestión norteamericana por la sucesión de Joe Biden, con el republicano Donald Trump por un lado, y la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, por el otro, está centrado la atención mundial. Esto le quita cierta relevancia a los acontecimientos venezolanos, incluyendo su aislamiento internacional.

¿Tiene “espalda” Maduro para sostener ese aislamiento internacional? Hoy tiene presión desde afuera de su país y desde adentro.

La respuesta es afirmativa, es sí. Tenga en cuenta que Venezuela es un país que ha experimentado un colapso de su sistema político, económico, social, de una envergadura solo superada por lo que fue el colapso de la Unión Soviética en 1991, y que además tiene Venezuela ya 8 millones de venezolanos han tenido que emigrar al no encontrar condiciones mínimas de vida en su país. Todo esto en una población de 32 millones de habitantes. Esto ciertamente amortigua los desafíos que en el orden interno puede presentar la oposición.

Los apoyos de Rusia, China e Irán ¿son suficientes para que Maduro pueda sostener esa estabilidad económica con una dolarización que usted menciona tan endeble?

Mire, la dolarización es un hecho que favorece en gran parte a los partidarios del presidente Maduro, de modo que esto consolida su poder interno. Esto es un aspecto que conviene tener presente e incluso subrayar. En lo que se refiere al respaldo de otros grandes países, tenemos, por ejemplo, el caso de Rusia que tiene otros intereses que van mucho más allá del caso venezolano, sobre todo referidos a la guerra de Ucrania y a la relación con Estados Unidos específicamente a los resultados electorales del próximo 5 de noviembre y la posibilidad de que haya un triunfo de Donald Trump.

¿Cómo calificaría al gobierno de Maduro? Dictadura, autocracia…

La discusión sobre la denominación del sistema político venezolano es una cuestión más bien teórica, para especialistas, juristas o politólogos. Lo que se puede asegurar es que en Venezuela lo que ha ocurrido es un fraude monumental y esto ha sido posible exclusivamente debido al carácter absolutamente arbitrario que tiene el poder político del régimen chavista.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/policiales