Los detalles de la reunión entre Riquelme y el plantel de Boca Juniors tras el empate con Instituto: el tajante pedido del presidente

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Riquelme da una indicación en el palco del estadio Banco de Guayaquil, por el partido de ida entre Independiente del Valle y Boca Juniors por la Conmebol Sudamericana (API /Rolando Enríquez)

Juan Román Riquelme sostuvo una reunión con los jugadores y el cuerpo técnico de Boca Juniors tras el regreso del equipo desde Córdoba, donde igualó el último domingo sin goles por la fecha 8 de la Liga Profesional. Durante el breve encuentro, convocado por el presidente de la institución, el ídolo xeneize remarcó la necesidad de mejorar el rendimiento en los partidos de visitante y en la imperiosa urgencia de sumar puntos.

Según pudo saber Infobae de una fuente que concurre asiduamente a Boca Predio, se trató de una advertencia o llamado de atención para lo que viene teniendo en cuenta que el Xeneize afrontará dos partidos en condición de local, ante Banfield este miércoles por el postergado de la fecha 7 y frente a Barracas Central el domingo por la jornada 9.

Esta charla motivacional fue utilizada a modo de arenga por el ídolo que junto con el Consejo de Fútbol coinciden en que si el equipo obtiene los seis puntos pueden meterse de lleno en la lucha por el campeonato. Especialmente en el gran objetivo de ingresar en zona de Copa Libertadores 2025 a través de la tabla anual, que hoy lo tiene justamente a seis puntos. La preocupación parte en que Boca Juniors por el momento no tiene asegurado su lugar en la próxima edición y repetir un año sin jugar dicho torneo traería fuertes consecuencias deportivas y económicas al club.

“Tenemos que empezar a ganar a partir del miércoles. Usemos este último partido como uno de pretemporada”, informaron desde ESPN y varios medios partidarios del club. En este sentido, Infobae pudo constatar que Juan Román Riquelme le exigió al plantel volver al triunfo y que los dos partidos que se vienen en casa son vitales para prenderse a la lucha por el campeonato.

El presidente de Boca Juniors, quien rara vez acompaña de visitante al equipo en partidos del campeonato, viajó junto a la delegación a Córdoba. Su decisión de estar presente subrayó su preocupación por la situación actual del equipo. En este contexto, a su vuelta, optó por bajar un breve pero tajante mensaje: “Se terminó la pretemporada”.

Desde el inicio del ciclo del entrenador Diego Martínez, el rendimiento de Boca ha sido irregular en los partidos fuera de su estadio, La Bombonera. Las estadísticas muestran que el equipo ha obtenido solo siete victorias en 21 partidos como visitante. El último triunfo fuera de casa data de mediados de mayo, cuando superaron a Central Córdoba de Santiago del Estero. Y más acá, solo se puede contabilizar la última visita a Independiente del Valle, donde no se ganó pero, con varios juveniles del club, se dejó una buena imagen.

Sacando estos dos duelos, los últimos fuera de casa han dejado muy preocupados al Consejo de Fútbol y también al cuerpo técnico que así lo expresó tras el empate sin goles ante Instituto. “Hemos perdido muchos puntos fuera de casa y lo estamos pagando. Después de la gran llave de Sudamericana, nos propusimos acomodar el torneo. Esperemos tener los resultados deseados que nos hagan poner en los primeros puestos”, afirmó el entrenador.

Y sobre la posición en la tabla, agregó: “La mejor manera que siento que podemos achicar la distancia con los primeros es creciendo como equipo. Tratando de ganar el próximo partido con Banfield. Hay que acelerar los procesos para competir, para sacar puntos. Boca necesita y merece estar más arriba de dónde está. Tenés tiempo y hay chances, pero no pensamos en que es un torneo largo, pensamos en que hoy era la oportunidad”.

Es por ello que Riquelme enfatizó la importancia de mejorar para comenzar a escalar en la tabla anual y no comprometer las posibilidades del equipo en la clasificación a la Copa Libertadores 2025, ya que actualmente se encuentran en posiciones que solo les permitirían participar en la Copa Sudamericana. “Tenemos que empezar a ganar a partir del miércoles. Usemos este último partido como uno de pretemporada”, sugirió Riquelme.

Este episodio trae a la memoria situaciones anteriores en las que Riquelme intervino de manera similar. Un caso notable ocurrió durante la gestión de Sebastián Battaglia como entrenador, cuando Román reunió al equipo en el vestuario de La Bombonera tras una derrota con Gimnasia. En esta ocasión, la charla se llevó a cabo en el gimnasio del predio de Ezeiza.

La situación actual de Boca está bajo un escrutinio constante, y el próximo reto será decisivo para las aspiraciones del equipo tanto en el ámbito local como internacional. Desde la llegada de Diego Martínez como técnico, las expectativas con respecto al rendimiento del equipo no se han cumplido plenamente. Aunque han mostrado destellos de calidad, la inconsistencia general ha sido un problema recurrente, especialmente en los partidos fuera de casa.

Vale mencionar que la convocatoria de Equi Fernández, Cristian Medina y Kevin Zenón, el mediocampo titular de Boca Juniors, a los Juegos Olímpicos trajo un problema extra al cuerpo técnico. Sin embargo, esta falta de constancia ya se venía viendo en los últimos encuentros del semestre pasado. Todo ello ha generado inquietud tanto en la dirigencia como en los hinchas.

El desafío principal radica en cómo el cuerpo técnico y los jugadores responderán a esta presión de una figura tan fuerte como la de Riquelme, quien a juzgar por la historia reciente lo tiene en un lugar preponderante y decisivo en momentos de crisis. Su intervención, aunque puede ser percibida como una intromisión por parte de algunos sectores del cuerpo técnico, ha demostrado ser efectiva para mantener altos estándares de desempeño en momentos de dudas.

La resonante frase “se terminó la pretemporada” no solo fue un llamado de atención para el equipo, sino también un recordatorio de que cada partido desde ahora en adelante tiene un peso crucial en las aspiraciones del club. En especial, por la dependencia de Boca Juniors en obtener buenos resultados como visitante, donde se vieron los más flojos rendimientos.

Cabe destacar la importancia histórica y simbólica de La Bombonera para Boca Juniors. Este estadio no solo representa un fortín para el equipo, sino que también encarna el espíritu del club y de su gente. Mantener un rendimiento regular y fuerte fuera de casa es esencial para complementar la ventaja que ofrece su mítica cancha, donde se mantiene invicto desde la llegada de Martínez.

En este sentido, la actuación de Boca en el próximo partido será determinante. El Xeneize volverá al ruedo este miércoles ante Banfield en el postergado de la fecha 7 de la Liga Profesional en La Bombonera a partir de las 20:30. En tanto, el próximo domingo, de vuelta en casa, los dirigidos por Diego Martínez recibirán a Barracas Central desde las 17:30, por la jornada 9. Todo el mundo Boca espera que estos encuentros sirvan de trampolín.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales