Desde Bariloche, donde comenzó jugando futsal, hasta su paso por UAI Urquiza y su éxito en Boca, Mayorga se convirtió en una de las grandes referentes en el fútbol femenino. Además de sus logros en los clubes, también fue una pieza clave en la Selección: dos participaciones en Mundiales y ganadora de la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2019.
“La verdad que re tranquila. Fue una decisión súper difícil, pero lo vengo estirando desde el año pasado, porque en sí tal vez el objetivo era terminar después del Mundial”, explicó la Doc sobre el momento en el que decidió colgar los botines. “Da nostalgia y no se pueden evitar las lágrimas, pero disfruté todo lo que lo que fui, lo que atravesé”, continuó.
Mayorga y Chavez luego de anunciar su retiro del fútbol (@gardo_litch).
-Empezaste tu carrera en el futsal en Bariloche. ¿Cómo fue esa transición al fútbol 11?
-Fueron super difíciles los primeros años, lo padecí bastante. Era un cambio a una ciudad mucho más grande (Buenos Aires). No tenía familia, el miedo a la adaptación, a empezar a entrenarme en una cancha de césped que nunca lo había hecho, a un clima que es totalmente diferente al de Bariloche… Fueron todas cosas que arranqué prácticamente de cero.
-¿Cómo hiciste para que coexistan tu carrera como médica y el fútbol?
-Solamente pude hacer los primeros seis años de la carrera. Si lo puede terminar un poco de tiempo y forma fue porque realmente me sacrifiqué bastante: dejé muchas cosas de lado. Además trataba de entrenarme lo más profesionalmente posible. Después ya tuve que hacer el parate porque averigüé formas de tratar de seguir con la medicina, residencia, concurrencia… y la verdad es que ya no era viable.
La Doc ya tiene decidido que, ahora que se retiró del deporte profesional, retomará sus estudios médicos: hará el examen para el cual se está preparando hace tiempo. De todos modos, aún no tiene decidido qué especialidad es la que más la atrae, comentó que su gusto fue cambiando con el paso de los años, aunque aún tiene tiempo para decidirlo.
Sobre el tema del fútbol femenino, comentó como creció la disciplina en su natal Bariloche: “Hay un avance en cantidad, pero no sé si en calidad”.
Miriam Mayorga en la Bombonera (@zoe_niroph).
-No sé si están dadas las condiciones para que puedan tener un buen entrenamiento, tener profes capacitados porque, de corazón te digo, tengo muchas compañeras que porque aman el fútbol tratan de juntar a las nenas y entrenarlas como sea. No sé si está la formación de personas que quieran enseñar en el fútbol femenino.
-¿Sentiste el cambio cuando se profesionalizó el fútbol femenino?
-No sé si tanto porque creo que hasta el día de hoy no veo las mismas condiciones en todos los clubes. Son pocas las instituciones que pueden llegar a apostar por una jugadora. Lamentablemente, las condiciones no son iguales para todas.
Su experiencia con la Selección
Miriam también dejó una huella significativa con la camiseta albiceleste, participando en dos Copas del Mundo. “El Mundial de 2019 fue mi primer torneo de esta magnitud y me acuerdo de cada partido, de enfrentar a potencias mundiales, de lo mucho que lo sufrimos en términos futbolísticos,” recuerda Mayorga con emoción.
En el segundo Mundial, la Doc y sus compañeras ya habían superado el nerviosismo inicial: “El primer partido contra Italia me dejó un sabor un poco amargo porque sentí que estuvimos más cerca de lo que reflejóel resultado”, expresó. Siguiendo la misma línea, comentó: “A pesar de tener todas las herramientas y la preparación, vivirlo dentro de la cancha es otra cosa, los mínimos detalles te cuestan caro”.
Miriam Mayorga y Vanina Correa en la Selección.
-¿Qué legado creés que dejaste en el fútbol femenino de Argentina, especialmente para las futuras generaciones de jugadoras?
-Creo que fue un trabajo en conjunto de las jugadoras que venimos hace tiempo, las que ya no están… Dejado de lado que antes no era muy visible el fútbol femenino. Los medios de comunicación empezaron a acompañar la actividad, a darle más difusión. Todavía falta el acompañamiento de los clubes, también de la Selección.
-Mirando hacia atrás, ¿hay algo que harías diferente en tu carrera futbolística?
-Creo que no. Yo recién empecé a entrenarme a los 23 años, que la verdad es una edad bastante grande para una futbolista, pero creo que valoro un montón todo lo que viví: de tener poco y nada en un entrenamiento a terminar entrenándome en un complejo maravilloso como es el de Boca. Haber pasado todo eso hace que valore hasta el último día. Me pone muy feliz haber sido parte de ese proceso.
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