La primera argentina en obtener licencia para boxear a nivel profesional se refirió también a la actualidad del deporte y las formas en que los equipos técnicos deben abordar el trabajo formativo de los jóvenes amateurs.
Tigresa Acuña habló con Olé.
-¿Cuáles creés que fueron las causas que llevaron a no tener boxeadores argentinos en los Juegos Olímpicos?
-Creo que, sin lugar a dudas, existieron varias causas que generaron la ausencia de boxeadores argentinos en París 2024. Una de ellas fue la falta de apoyo, sobre todo económico. A través del CeNARD y del Comité Olímpico, se redujeron las becas de los boxeadores y otros deportistas amateurs que representaban a la Argentina, entonces muchos de ellos han dejado de cobrar estas becas o se vieron reducidas significativamente.
-¿Y las otras?
-Otra de las causas está vinculada con los técnicos del seleccionado, quienes tal vez no tuvieron en cuenta las categorías físicas naturales de cada boxeador, ya que representaron al país en categorías en las que no están acostumbrados a competir. Esto ya se venía observando desde el año pasado y este año se agravó. Y voy a resaltar una tercera causa, que es la de mezclar boxeadores profesionales con amateurs en los Juegos Olímpicos. Esto no me parece correcto y es algo con lo que nunca estuve de acuerdo. El cuerpo del boxeador sufre muchas cosas, especialmente cuando se hacen cortes de peso. Siendo amateur, lamentablemente, no se puede hacer corte de peso de la misma manera que un profesional porque no llegan a componer su cuerpo dentro del tiempo establecido.
-¿Lo considerás un fracaso deportivo?
-Me parece un poco fuerte llamarlo fracaso, más aún sabiendo que en los últimos 100 años nuestro boxeo siempre estuvo presente. Es una alerta y no considero que sea un tema para preocuparse, sino más bien para ocuparse. Las cosas ya pasaron y ahora se debe actuar sobre el asunto. Tanto el presidente, como el equipo técnico y toda la comitiva, deben involucrarse.
-¿Qué aspectos hay que trabajar para que esto no se repita?
-Creo que es necesario tener en cuenta que de cara a los próximos Juegos Olímpicos se debe trabajar más en el tema del amateurismo. Hago mucho hincapié en esto porque, cuando los boxeadores son profesionales, el cuerpo ya está acostumbrado a los cortes de peso y todo lo que conlleva pesarse el día anterior a la pelea. Lamentablemente, el cuerpo cambia de manera muy excesiva y debe estar al límite si tiene que volver al amateurismo, jugando constantemente con su estado físico.
En 2021, la Tigresa Acuña retuvo el título pluma AMB al vencer a Brenda Carabajal en Caseros. (Foto: Paula Ribas)
La Tigresa entiende que “se debería poner énfasis en trabajar con los jóvenes amateurs” ya que “hay muchos jóvenes amateurs en el país” y eso se ha notado en varios torneos regionales disputados. “Es algo positivo que se le debe reconocer a la Federación Argentina. Estas competiciones le permiten a los jóvenes poder foguearse, ganar experiencia y prepararse para ser parte del equipo amateur argentino en los Juegos Panamericanos y en los Juegos Olímpicos”, aseguró.
-¿En qué deben hacer foco los técnicos del seleccionado?
-Los técnicos deben fijarse en como ubicar a los chicos y chicas dentro su contextura física natural. Estar inventando y probando a ver qué es lo que ocurre es algo que no va a esta altura de las circunstancias porque no se va a lograr nada. Y los técnicos lo saben porque todos han sido grandes boxeadores y tienen experiencia. Creo que deberían revisar no solo las estrategias técnicas que deben tener los boxeadores, sino también considerar el peso natural de cada uno de ellos.
-¿Sumarías alguna presencia femenina en el equipo técnico?
-Sí, me encantaría y sería muy positivo que dentro del equipo técnico del seleccionado de boxeo amateur argentino haya al menos una mujer que pueda acompañar en el equipo. Esto lo considero muy importante y es algo que sigo sosteniendo. Hay muchas que están capacitadas para el puesto y que ya han demostrado en diferentes campeonatos estar a la altura de las circunstancias. Siento que deberían tener su merecida oportunidad.
-¿El sistema de clasificación influyó de alguna forma?
-Hubo muchas quejas sobre el sistema. Hay que prestarle mucha atención al formato porque siempre influye. Sin embargo, creo que en esta oportunidad el sistema de clasificación no influyó para que los argentinos no estén presentes. No es unas de las causas, el tema pasa por otro lado.
-¿A qué hay que prestar atención en esta edición de los Juegos?
-Es fundamental estar atentos y seguir de cerca a aquellos que logren medallas. Esto es importante, especialmente, para los Juegos Panamericanos, ya que es crucial conocer a los países que se clasifican. De esta manera, se pueden preparar de antemano diferentes estrategias y planes de pelea para saber cómo enfrentar y superar a los rivales. Los Juegos son muy importantes, pero al no tener representantes se lo analiza desde otro punto de vista. Hay que observar a los países que ganen medallas, para que de acá a dos años en los Juegos Panamericanos se tenga en cuenta quiénes son candidatos.
-¿Trabajarías entrenando a boxeadores argentinos para que puedan llegar a representar al país en competencias internacionales?
-No me entusiasma ser entrenadora, lo mío pasa por otro lado, más por la promoción. Para ser técnico se necesita un don especial, el de la paciencia por sobre todo, y creo que no lo tengo, lo reconozco. Por supuesto que si me piden un consejo, con mucho gusto lo daría, pero dedicarme a la parte técnica no es algo que pase por mi cabeza.
Inolvidable combate entre Tigresa Acuña y Jackie Nava. (Foto: Instagram)
Una mirada sobre la actualidad del boxeo argentino
Acuña hizo su debut oficial en 1997 y años más tarde se convirtió en la pionera del profesionalismo femenino en el país. La Federación Argentina de Boxeo (FAB) le otorgó su licencia en 2001 y esto sentó las bases para dar inicio a toda una etapa de gloria. Fueron más de dos décadas y media de trayectoria para la campeona del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en peso supergallo y pluma, además de un brillante récord de 53 victorias (20 por KO), diez derrotas y tres empates.
La oriunda de Formosa, que ahora reside en Buenos Aires, en la localidad de Caseros, también fue reconocida con numerosas distinciones por su notable trayectoria: Premio Firpo de Plata de la Uperbox en 2001 y 2003, y el Firpo de Oro en 2016, así como le fueron entregados los Premios Jorge Newbery 2005 y Konex 2010. A su vez, fue nombrada Mujer Destacada del Deporte Argentino por la Secretaría de Deportes en el 2005.
-¿Hay potencial en las nuevas generaciones?
-Veo una muy buena proyección a futuro en nuestro boxeo. Y aclaro que el hecho de que no tengamos representantes en los Juegos Olímpicos, no tiene nada que ver con la cantidad de boxeadores que hay en la actualidad. Son momentos, más que nada. Hay muchos proyectos masculinos y femeninos que están muy bien encaminados. Yo no dudo de que el año que viene vamos a tener más campeones mundiales.
La Tigresa y una victoria por puntos tras fallo unánime.
-¿Y qué impide que se pueda volver a pegar el salto?
-Hoy el problema es la falta de inversión dentro del boxeo. Al no haber dinero, todos nos vemos afectados y más aún en la parte deportiva. Por eso no se pueden hacer campeonatos mundiales o peleas importantes. Se hace muy complejo porque todo se maneja en dólares y nos cuesta todo mucho más. Por otro lado, las empresas privadas apuestan por otros deportes y muy poco por el boxeo. Y está esa demonización porque supuestamente es un deporte violento. En definitiva, siempre estamos a merced de promociones o municipios que se interesen en esto.
-¿De qué manera se aborda y cómo juega la cuestión mental y emocional en los boxeadores?
-Los psicólogos deportivos y los coaching están acompañando mucho a los más jóvenes. Son los primeros en darse cuenta cuando ellos tienen problemas y necesitan de un terapeuta especializado en el tema. Entonces, es muy importante que cada boxeador pueda tener dentro de su equipo técnico algún psicólogo o coaching para el caso en que lo requiera. Y hoy veo que está jugando muy en contra lo emocional para los chicos y chicas que recién empiezan. Todos sienten la presión de querer ser, de representar y poder estar a la altura de las circunstancias, y tal vez no se dan el tiempo y se apuran. Pero todo se lo va a dar la experiencia y hay veces que, quizás, desde los equipos técnicos los apuran un poco y terminan sintiendo una frustración.
-¿Y vos? ¿Cómo hacías para administrar todo lo relacionado con este aspecto?
-En mi caso, siempre que algo no salió como yo esperaba, lo único que hice fue rever la situación junto con mi cuerpo técnico para saber en qué me equivoqué. Si fue en la parte física, en la técnica, en la estrategia o si fue en el plan de pelea. Y luego trataba de revertir esto de alguna u otra manera, ya sea en otra pelea o buscando la revancha. Yo no he tenido ni necesitado psicólogo deportivo ni coaching. Supe manejar muy bien las derrotas y las frustraciones que he tenido a lo largo de mi carrera, que por cierto fueron muchas. Haber perdido peleas, incluso aquellas con fallos polémicos, me ayudó y lo utilicé como motivación, pero entiendo que es algo que no a todos le resulta fácil.
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