El empresario fue encontrado por su esposa cuando regresó al barrio privado Las Candelas II, en Chacras de Coria. Allí observó el cuerpo de Rofrano flotando en la pileta con precintos en las manos y en los pies.
De manera inmediata dio aviso a las autoridades del exclusivo country, quienes al ver la escena llamaron al 911, motivo por el cual efectivos de la policía y la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo, se presentaron en el lugar.
Según se pudo saber, días previos a su hallazgo, el empresario había utilizado sus redes sociales para denunciar amenazas por parte de “líderes narcos y de la trata”.
“Ante las amenazas recibidas por tucumanos, aclaro: no me voy a suicidar. Cualquier daño que se produzca a nuestra familia y/o empresa, responsabilizo a los mafiosos líderes narco y de trata que pretenden amedrentar a los que ponemos la vida para seguir generando trabajo y dignidad…”, señala la publicación.
Pese a que los investigadores tienen diversas hipótesis, llama la atención que en dicha manifestación pública sostuvo que no se iba a suicidar.
Aun así, los investigadores explicaron que las cámaras de seguridad de la vivienda no registraron el ingreso de terceras personas y a su vez, aunque apareció atado con precintos, los mismos estaban desajustados. Por el momento la Policía y la Justicia manejan la hipótesis de un suicidio.
Hay conmoción en el barrio privado y la localidad ya que el propio empresario le había contado al intendente Esteban Alasino sobre las presuntas amenazas.
Fuente: https://salta.telefe.com/redes