Vacaciones de invierno: qué precauciones deben tomarse para manejar en rutas con nieve y hielo

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A esta altura de julio, decir que las vacaciones de invierno argentinas serán de las más frías de los últimos años es una obviedad. En todo el país los valores de temperatura son muy bajos, y aunque el pronóstico indique que sobre fines de esta semana podría regresar el clima normal en varias regiones, en las zonas de alta montaña, especialmente las que tienen centros de esquí, seguirán cayendo nevadas abundantes con las que deberán convivir los turistas.

Para quienes no tienen mucha experiencia en nieve, tener que salir a conducir sobre un piso atípico y más resbaladizo implica cierto estrés, y es normal que así ocurra. Pero las personas que viven en esas zonas no son extraterrestres, son conductores como todos, con autos iguales a los de todos, que simplemente adquieren como conocimiento, una técnica de conducción apropiada para esa condición de baja adherencia.

La idea es que con un auto normal, de tracción simple, que esté equipado con neumáticos con un dibujo adecuado (no hacen falta gomas con clavos), y en buena condición de desgaste, andar por una calle, camino o ruta sobre la que cayó una nevada razonable, es posible.

Por supuesto que cuando la cantidad acumulada de nieve supera aproximadamente los 10 centímetros, sólo se puede circular si esa nieve está pisada o colocando cadenas. Para caminos con nieve virgen o que sólo tienen una huella, no es recomendable intentar pasar si no se tiene un vehículo con un despeje mayor al común y tracción integral.

Cuando la altura de la nieve acumulada es mayor a 10 cm, un auto de tracción simple necesitará cadenas para avanzar

El escenario es el de la zona urbana o suburbana de cualquier ciudad aledaña a un centro de deportes invernales, incluyendo el acceso al centro de esquí local. Muchas veces sucede que empieza a nevar durante el día, por lo que un consejo inicial es siempre contemplar la cantidad de nieve que cae y la cantidad de tiempo que se mantiene la nevada. Si es muy copiosa y se extiende más de dos horas, quizás es momento de adelantar el regreso al lugar donde se están alojando.

Pero si la acumulación de nieve es inevitable, lo primero que hay que hacer es cambiar el chip y poner la paciencia y la prudencia por delante del apuro, la ansiedad o incluso los nervios que puedan aparecer.

Conducir a baja velocidad y tomar mucha distancia de los autos que van adelante es clave por tres motivos. El primero es que al ser un terreno resbaladizo, la distancia de frenado se triplica. Si vamos a 30 km/h también, pero si vamos a 50 ó 60, se necesitará más espacio aún para detener un vehículo.

La segunda razón es la necesidad de ver el piso por el que se va a pasar. Si vamos muy cerca de otro auto, no podemos ver si pisaremos nieve compactada, nieve suelta o hielo. Entonces aparece la tercera razón, que es poder maniobrar a tiempo para evitar un eventual obstáculo o dificultad. Cuando un conductor pierde el control de su auto en piso nevado o congelado, ese vehículo puede salir para cualquier lado, y según la reacción de quién está al volante, puede ser peor aún. Tener distancia permite poder disminuir la velocidad o esquivar sin hacer una maniobra que genere también un problema para el resto.

En la nieve, parar a cero muchas veces implica quedarse patinando, por lo tanto avanzar, por lento que se circule, es siempre mejor por uno mismo y por quienes están atrás. Generalmente, cuando hay un camino nevado se forman largas filas de autos que van a muy baja velocidad. Cuando uno para, todos paran. Pero cuando uno arranca, no todos consiguen hacerlo y empieza a complicarse el tránsito. Por supuesto, adelantar en la fila es lo menos recomendable del mundo. Pero si vemos que alguien lo está haciendo, es preferible dejarlo pasar y tomar distancia, porque ese auto va a más velocidad de la recomendable y puede cruzarse en el camino en cualquier momento.

La técnica para manejar en nieve se basa en hacer todo suavemente, tanto acelerar y frenar, como mover la dirección. Y esperar que el resultado de esa acción se vea reflejado en la tendencia del auto. La conducción nerviosa lo único que consigue es que las ruedas pierdan contacto con el piso.

Hoy, con las ayudas electrónicas de los autos modernos y con la gran cantidad de vehículos que tienen caja automática, hay que usar esas herramientas de acuerdo a la situación. Los controles de estabilidad y tracción deben estar colocados siempre, sólo se debe desactivar el control de tracción si el auto se encajó y hay que sacarlo de esa situación, ya que electrónicamente no va a hacer fuerza para salir al sentir el patinamiento de las ruedas.

En cuanto a la caja, es conveniente ponerla en modo manual. Cada modelo tiene diferentes modos de hacerlo, pero todas lo permiten. Ir en el cambio que uno desea es muy importante para no cambiar la cadencia de las ruedas motrices en condiciones en las que eso puede implicar que patinen más de lo aconsejable. Ir un cambio más alto es preferible por esa razón. Es mejor ir en tercera a 40 km/h que en segunda velocidad. La primera sólo usarla si no se puede salir en segunda por una pendiente en contra, y nada más.

Cuando se va circulando, puede aparecer hielo. Si se ve brillando es hielo normal, conocido como hielo blanco, menos traicionero que el hielo negro, que muchas veces no es visible porque suele formarse sobre el asfalto mojado y no tiene apariencia de hielo. El hielo blanco hay que tratar de pasarlo con las ruedas derechas y sin acelerar ni frenar, intentando acercarse al borde de la huella, que no es hielo sino nieve. Entonces, haciendo que las ruedas derechas muerdan el costado de esa huella, se contiene el auto con más control.

El hielo negro es más complicado de detectar y más peligroso, porque como se forma sobre asfalto o tierra que no está cubierta por nieve, suele sorprender a los conductores a mayor velocidad de la que llevarían si estuvieran manejando en un camino nevado. El hielo negro suele ser agua congelada, por lo tanto hay que imaginar dónde puede estar. En general se encuentra en curvas que no reciben sol durante el día. Si es un camino de montaña, lo que hay que hacer es bajar las ruedas derechas a la banquina, donde tendrán posibilidad de romperlo al pisarlo, si es en una zona urbana, suele ser corto, de pocos metros, con lo cual lo más recomendable es tratar de pasarlo con las ruedas derechas y sin frenar, dejando que el auto corre libre sobre la superficie congelada.

Fuente: https://www.infobae.com/tag/policiales