Marty Kedian, de 59 años, se convirtió en una de las pocas personas en el mundo en recuperar su voz tras un complejo trasplante de laringe. Este procedimiento, realizado en la Clínica Mayo en Arizona, es parte de un ensayo clínico que podría cambiar la vida de aquellos que han perdido la capacidad de hablar, tragar o respirar por sí mismos.
El trasplante se llevó a cabo el 29 de febrero de este año, según confirmó la agencia de noticias The Associated Press (AP). En este procedimiento, un equipo de seis cirujanos trabajó durante 21 horas para reemplazar la laringe cancerosa de Kedian con una donada.
David Lott, presidente de cirugía de cabeza y cuello en la Clínica Mayo en Phoenix, señaló que la intervención incluyó no solo la laringe, sino también glándulas tiroides y paratiroides, la faringe y la parte superior de la tráquea. Además, se conectaron vasos sanguíneos y nervios críticos que permitirán a Kedian sentir y mover las cuerdas vocales.
La cirugía duró 21 horas y fue realizada por un equipo de seis cirujanos especializados. (Mayo Clinic/AP)
Estos trasplantes son extremadamente raros y generalmente no se ofrecen a personas con cáncer activo. Sin embargo, Kedian fue considerado un buen candidato porque su cáncer no estaba creciendo rápidamente y ya tomaba medicamentos antirrechazo debido a un trasplante de riñón anterior. “Queremos poder empujar esos límites, pero hacerlo tan seguro y éticamente como podamos”, señaló Lott.
El cáncer de laringe es una de las principales causas por las que las personas pierden su voz. La Sociedad Americana del Cáncer estima que más de 12,600 personas serán diagnosticadas con algún tipo de cáncer de laringe este año. Aunque muchos reciben tratamientos que preservan la voz, miles de personas terminan con una traqueotomía y luchan para comunicarse. “Las personas necesitan mantener su voz”, afirmó Kedian.
Los primeros trasplantes de laringe en Estados Unidos ocurrieron en 1998 y 2010, en la Clínica Cleveland y la Universidad de California en Davis respectivamente. Ambos pacientes habían perdido la voz debido a lesiones. A pesar de estos avances, aún queda un camino por recorrer para que estos trasplantes se vuelvan comunes.
El cáncer de laringe es una de las principales causas de pérdida de voz, según la Sociedad Americana del Cáncer. (Getty Images)
Kedian, natural de Haverhill, Massachusetts, fue diagnosticado hace una década con un raro cáncer de cartílago laríngeo. Después de más de una docena de cirugías, enfrentaba desafíos para respirar y tragar, usando una traqueotomía que le permitía solo susurrar.
Su esposa, Gina, lo ayudó a encontrar el ensayo clínico de la Clínica Mayo. Tomó 10 meses encontrar un donante fallecido con una laringe saludable y del tamaño adecuado. “Quiero que la gente sepa que esto puede hacerse”, dijo Kedian en una entrevista con The Associated Press.
Cuatro meses después de la cirugía, Kedian pronto reaprendió a tragar y habló con voz ronca pero capaz de mantener una conversación completa. Su primera palabra fue “hola”. Recordando la primera vez que pudo llamar a su madre de 82 años, Kedian comentó con emoción: “Ella pudo escucharme. Eso era importante para mí, poder hablar con mi madre” dijo a la AP.
Lott comenzó este estudio inspirado por sus pacientes, quienes a menudo sienten que no pueden vivir plenamente sin su voz. “Mis pacientes me dicen: ‘Sí, puedo estar vivo, pero en realidad no estoy viviendo’”, afirmó. El estudio, aunque pequeño, con solo nueve personas más incluidas, podría proporcionar las mejores prácticas para estos complejos trasplantes.
El doctor David Lott lideró el procedimiento e incluyó la reconexión de nervios y vasos sanguíneos críticos. (Mayo Clinic/AP)
Entre los desafíos que quedan, Kedian debe eliminar la traqueotomía, un proceso que puede llevar meses. Los médicos necesitan asegurar que haya suficiente regeneración nerviosa para respirar sin el tubo.
Mientras tanto, Kedian ya ha comenzado a disfrutar de alimentos más sólidos, como macarrones con queso y hamburguesas. “Cada día mejora”, comentó Kedian, quien tiene el objetivo de recuperar una vida normal en Massachusetts.
Peter Belafsky, de la Universidad de California en Davis, quien participó en el trasplante de 2010, destacó por su parte la importancia de estos estudios para ampliar las opciones de trasplantes de laringe. Belafsky subrayó que “aún queda un camino por recorrer”.
Otros desarrollos incluyen la grabación de voces para crear dispositivos de habla que imiten la voz original de los pacientes, buscando mejorar la calidad de vida de aquellos que han perdido su laringe.