Es que la Luna tiene un impacto decisivo a la hora de “tirar el gancho”, porque influye en el comportamiento de los peces. El calendario de fases es entonces una herramienta muy útil para le pesca deportiva, por eso siempre está presente en la billetera del caballero y en la cartera de la dama.
“El bicho con determinadas lunas, como el cuarto menguante, está propenso a morder el anzuelo, mientras que en cuarto creciente se muestra un tanto inapetente. Aunque usted no lo crea, con los cambios de luna yo siento las mismas influencias en mi organismo”, explicó Alurralde.
Luna Nueva
El satélite se oculta detrás el resplandor solar. En esta etapa la iluminación es nula e ideal para pescar ejemplares tímidos, que huyen de la luz y se sienten seguros en la oscuridad.
Cuarto creciente
En ésta etapa la Luna ejerce menor gravedad debido al ángulo en el que se encuentra con respecto a la tierra, por lo que las mareas suelen ser muertas y estables, por lo tanto buenas para ir en busca de especies que disfruten de las aguas tranquilas y poco iluminadas.
Luna Llena
La actividad suele aumentar, pero son pocos los depredadores que pican bajo condiciones tan iluminadas. Se recomienda utilizar señuelos y plomos más pesados de los que usas normalmente.
Cuarto menguante
Como ocurre durante el cuarto creciente las mareas son muertas y bajas, pero el exceso de iluminación espanta a los peces. Es una de las épocas menos recomendables para salir a pescar. Al alba o durante el día las condiciones se regulan y resultan más beneficiosas para capturar ciertas especies.
El pique:
Cuarto Creciente: regular
Luna Llena: malo
Cuarto Menguante: bueno
Luna Nueva: muy bueno
Más allá de la Luna y sus influencias, Cacho y Pirilo sean cuales fueren las condiciones, todos los sábados cargan sus carnadas, cañas, anzuelos, six packs y un tuper con pebetes, y haga frío o calor se dirigen en la madrugada al Cabra Corral. Y, en el espejo de agua más emblemático de la provincia echan la lancha “La Perezosa” al agua y comienzan a navegar, y navegar… “Como dice Julio Iglesias: agua dulce, agua salá; por agua viene, por agua se va. Agua dulce, agua salá, bendita la vida, te quita y te da”, reflexionó Alurralde.