La construcción en crisis por la paralización de 3.500 obras públicas

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En el marco de su convención anual, en un contexto económico de incertidumbre y de recesión, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) encendió las alarmas de la crisis que atraviesa el sector por el parate casi total de la obra pública – propiciado por las políticas de la actual administración de Javier Milei-, y la consecuente e importante caída del empleo.

En el marco de su convención anual, en un contexto económico de incertidumbre y de recesión, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) encendió las alarmas de la crisis que atraviesa el sector por el parate casi total de la obra pública – propiciado por las políticas de la actual administración de Javier Milei-, y la consecuente e importante caída del empleo.

La entidad empresaria advirtió ayer que el sector atraviesa una grave crisis por la paralización de las obras públicas dispuestas por el Gobierno nacional, con 3.500 proyectos detenidos, millonarias deudas del Estado para con las empresas y la pérdida de 100.000 puestos de trabajo. En Salta, hace unos días se logró destrabar proyectos nacionales.

“El sector atraviesa una gravísima situación producto de la paralización total -salvo alguna excepción- de la obra pública nacional, que ha afectado severamente el empleo y ha puesto en peligro la continuidad misma de las empresas”, afirmó el presidente de la entidad, Gustavo Weiss.

Precisó que por la decisión del Gobierno de Milei de paralizar la obra pública “para privilegiar el ajuste fiscal” hay 3.500 proyectos públicos frenados y que, según datos del sector, la deuda del Estado con las empresas constructoras asciende a unos $400.000 millones (unos 431 millones de dólares).

Agregó que los problemas también alcanzan a las obras privadas por costos crecientes, retracción de las ventas y el encarecimiento de las obras en dólares.

Advirtió que la caída del sector en general es “grave”, y señaló que ya se han perdido 100.000 puestos de trabajo. “Cada puesto directo genera uno indirecto, por lo que hay en riesgo un número adicional”, agregó el directivo.

“El efecto será más grave es en pequeñas empresas, radicadas en el interior del país que ejecutaban obras de vivienda y saneamiento. Alrededor del 95% de las empresas del sector son pymes”, precisó Weiss.

Finalmente, Weiss consideró que “las perspectivas para lo que resta de 2024 no son muy auspiciosas. Esperemos que no se amplíe más las destrucciones del empleo, actividad y empresas que ya sufrimos”.

De acuerdo a los datos oficiales más recientes, la actividad de la construcción en Argentina registró en abril pasado un derrumbe del 37,2 % con respecto al mismo mes de 2023, encadenando así seis meses de variación interanual negativa. Este indicador ha acumulado en el primer cuatrimestre un hundimiento del 32%.

Según los datos oficiales, los puestos de trabajo en el segmento descendieron un 15,7% interanual en marzo último, hasta los 391.637.

La actividad industrial retrocedió 10%

La producción industrial continúa afectada por los efectos de la recesión y dilata la esperada recuperación, volviendo a registrar una caída en mayo, que alcanzó el orden del 9,8% interanual, de acuerdo al Índice de Producción Industrial (IPI) que elabora la consultora Orlando J. Ferreres.

El análisis arrojó que en los primeros cinco meses del año, la actividad acumula una contracción de un 9,2%. Por su parte, la medición desestacionalizada registró una caída mensual de 1,0%.

Las mayores disminuciones en la comparación anual se produjeron en maquinaria y equipo (-23,8%), Minerales no metálicos (-25,8%), y metales básicos (-33,5%).

Desde la consultora rescataron que a pesar del nuevo retroceso, la producción “no volvió a tocar el piso que había encontrado en marzo”, cuando se derrumbó un 15,1%. También indicaron que “la serie desestacionalizada marcó una baja de 1,0% mensual, quedando 3,1% por debajo del nivel que tenía en diciembre”.

A pesar de no estar cerca del peor registro, estimaron que “para los próximos meses seguirá la oscilación de la actividad industrial en torno a los niveles bajos actuales” y proyectaron que “un eventual cambio de tendencia y comienzo de recuperación se produzca cuando la desaceleración de la inflación dé lugar a una mejora de los ingresos y a una recomposición de la demanda interna”.

La Fundación FIEL y la CAME también manejan indicadores que reflejan la profundización del retroceso de la producción.

Fuente: https://www.eltribuno.com/salta/seccion/deportes