Uno por uno, el boletín de River: pocos aprobados y aplazos que preocupan

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Es tan cierto que River atraviesa una crisis que tiene como epicentro de las críticas a Martín Demichelis como que el deté es partícipe necesario aunque no único responsable del momento del equipo. Los futbolistas, por caso, tienen su (alto) grado de incidencia en los vaivenes pronunciados del semestre.

No es casual, en ese sentido, que tres de los cuatro futbolistas que más minutos sumaron a lo largo del año sean los que al mismo tiempo mejor rindieron: Franco Armani, Miguel Ángel Borja y Paulo Díaz son los puntos más altos de un boletín de calificaciones con muchos rendimientos de regulares para abajo, y varios aplazos.

Franco Armani (2.520’ jugados)

Armani festejando la Supercopa (Fotobaires).

Referente y capitán, fue el futbolista con más minutos en el año y el primero en alertar sobre los vaivenes del equipo. Sus momentos positivos: atajadas de su mejor versión y su renovación hasta diciembre de 2026, la última -quizás- hasta su retiro. La flecha para abajo: post Temperley quedó otra vez en foco por no ser experto en penales.

Paulo Díaz (2.153’)

El defensor con mejor imagen por solidez e interpretación del juego ofensivo. Aun con deslices por confiarse en sus habilidades técnicas que derivaron en goles rivales (Talleres, Gimnasia y Tigre) se distinguió por la regularidad. 24 de sus 25 partidos los jugó como titular y marcó un gol.

Leandro González Pirez (2.081’)

González Pirez, ante Nacional (AFP).

Refrendó la necesidad de fichar a un central de jerarquía completando un semestre bajísimo. Sus errores de concepto y timing lo dejaron expuesto. Y caminó por la cornisa en partidos decisivos como en la Supercopa frente a Estudiantes (perdió a Correa en el 0-1), el Súper frente a Boca en Córdoba o el cruce con Temperley en el que soltó al autor del 1-1. Su golazo a Gimnasia, out of context.

Miguel Borja (2.028’)

El jugador más influyente en los resultados de River: promedió 0,86 gol por partido (22 en 25 PJ). En un River que se enfoca en abastecer al ariete, fue llave para abrir 11 encuentros y decisivo al momento de revertir resultados (doblete vs. Central).

Miguel Borja, celebrando. Costumbre. (AFP).

Enzo Díaz (1.838’)

Si Casco empezó a tener minutos fue por su declive. Por momentos desatento o falto de confianza, tendiente a descubrir demasiado su banda y con escasa productividad en ataque, hizo pesar poco su fortaleza física para imponerse. Aún puede revertirla.

Facundo Colidio (1.743’)

Reconvertido a ariete para cubrir a Borja metió 11 goles. Como compañero de ataque del Colibrí, poco aporte solidario. En varios partidos no pudo lucirse porque el esquema no lo favoreció: pegado a la línea no funca.

Esequiel Barco (1.667’)

Otro que retrocedió casilleros. Sus golazos a Central Córdoba y Temperley no son parámetro: aun con ímpetu para empujar, este año se asoció menos y gambeteó de más. Incluso tuvo un affaire con los hinchas por gritarles un gol haciendo ademanes. Bajó varios escalones.

Nacho Fernández (1.625’)

Nacho Fernández, durante el entrenamiento de River (Prensa River).

En un River en el que el mediocampo es una zona de paso su influencia tendió a ser menor. Tuvo flashes de su versión top aportando experiencia (entró frente a Central y cambió el partido) y un gol de tiro libre con picardía frente a Riestra. Mejor compensado puede dar más.

Rodrigo Aliendro (1.604’)

Víctima de la misma montaña rusa que River: de un comienzo de año sin actividad pasó a entrar y darle al equipo el título de la Supercopa con un sablazo. Cuando Demichelis lo eligió para compensar el 4-3-1-2, rindió aportando tres asistencias. Pero post rotación se desinfló.

Andrés Herrera (1.531’)

No aprovechó su enésima oportunidad. Contra Boca en el Kempes, su piso: errores infantiles, regaló su banda, sin tensión en la marca, no se proyectó. Tras un flojísima noche vs. Temperley no volvió a sumar minutos. Candidato a irse.

Claudio Echeverri (1.381’)

Claudio Diablito Echeverri, en River (prensa River).

Lució menos de lo que podría haber brillado por los vaivenes de River. Fue incrementando su cantidad de minutos y consolidándose como el enganche titular: aportó tres goles (todos para abrir partidos) e igual cantidad de asistencias. Le quedan seis meses más antes irse a Europa.

Nicolás Fonseca (1.329’)

El volante central que más minutos sumó (1.329) mostró pocos chispazos de su estilo pasador, pero sin la impronta de equilibrista que requiere el puesto. Entusiasmó su golazo a Táchira: no pasó de una primavera.

Pablo Solari (1.179’)

Por momentos lo perjudicó su posición en el campo: sobre la raya rinde menos. A favor: sus cinco goles y cinco asistencias y la generación de situaciones, no siempre concretadas por ansiedad y o falta de efectividad. Tiene saldo.

Rodrigo Villagra (1.127’)

Le costó adaptarse al ritmo de River. Tampoco lo favorece el oneroso valor de su ficha: cada rendimiento suyo se mira a través del prisma de la millonaria inversión que River hizo por él. Luego de ganar regularidad, su bajo nivel frente a AAAJ lo dejó relegado: no sumó minutos en los últimos partidos. Puede revertirla.

Rodrigo Villagra, junto a Casco (Prensa River).

Sebastián Boselli (795’)

Dejó la vara demasiado alta en el cierre de 2023 y aún no llegó a saltarla. Mejor cuando le tocó moverse como central (a excepción del 0-2 frente a Riestra) que cuando jugó como lateral: ahí dejó espacios o se cerró peligrosamente. Con 20 años tiene crédito para consolidarse.

Agustín Sant’Anna (726’)

Logró revertir un enorme lunar: su falta de oficio y criterio para darle facilidades de desborde a Blanco, quien asistió a Medina en el 1-1 de Boca en el Monumental. El uruguayo la luchó, reapareció cuando Herrera salió y se ganó el puesto: oficio atrás y filo en ataque.

Milton Casco (699’)

Recién empezó a tener continuidad en mayo, en el inicio de la LPF y por el bajón de Enzo Díaz. Y cumplió más por oficio que por el despliegue de antaño. Aportó una asistencia frente a Libertad.

Santiago Simón (563’)

Después de la prueba infructuosa de utilizarlo como lateral, Demichelis sólo lo usó ahí de manera eventual (como frente a Riestra y para demostrar que Herrera está fuera de radar). De volante, por afuera o por dentro, cumplió.

Franco Mastantuono (530’)

Mereció más minutos de los que sumó. A los 16 demostró madurez y comprensión de juego para romper con fintas o pases. Marcó dos goles, uno clave ante Libertad en un partido que se había puesto bravo. El Real Madrid lo quiere: ¿cuánto más lo disfrutarán?

Franco Mastantuono con los hinchas de River en Córdoba – foto principal. (Prensa River Plate)

Ramiro Funes Mori (247’)

Una sinovitis de rodilla no le permitió tener minutos en continuado: sólo 247’ en 2024. En parte por su situación River se decidió a ir en busca de otro central zurdo.

Matías Kranevitter (247’)

Preso de distintos problemas físicos sólo jugó 10 partidos, tres de arranque y ninguno completado. Demichelis pateó el tablero al ponerlo de titular contra Estudiantes pero no funcionó el efecto sorpresa. Si Peña fue repescado, en porque MK no da garantías.

Agustín Ruberto (220’)

Aún en un proceso de adaptación a la Primera de River, tuvo mayor rodaje en Reserva. Arrancó el año con dos goles. Con sólo 18 años, otra esperanza canterana.

Agustín Palavecino (185’)

Sus pocos minutos y su nula influencia al ingresar explican su inminente éxodo al fútbol de México: fue su última chance en River y no la supo capitalizar.

David Martínez (182’)

Apenas 182’ en el año alcanzaron para entender por qué casi no estuvo en consideración. El penal errado vs. Temperley marcó su adiós. Otro que se iría a México.

Daniel Zabala (135’)

Interesante aparición ante Huracán, más allá de la derrota. Disputó 135’. Se está recuperando de una lesión, pero tiene handicap.

Manuel Lanzini (125’)

Manu Lanzini, en acción ante Nacional (EFE).

En pocos minutos demostró otra tensión respecto de su 2023. Una fractura le frenó el envión: cerca de renovar, quiere revancha tras un año que esperaba muy distinto.

Ezequiel Centurión (90’)

Jugó frente a Riestra sus primeros -y seguramente últimos- minutos en River en el año: en plena búsqueda de un arquero de jerarquía para la transición con Armani, se irá a préstamo en esta ventana.

Ian Subiabre (63’)

De los promovidos de la Sub 17, el que menos sumó. Importante en Reserva, su proyección es muy buena.

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Fuente: https://www.ole.com.ar/