A solo media hora de viaje en vehículo desde la ciudad capital de Salta se ubica el paisajístico valle de Lesser. Dicho valle tiene rumbo meridiano y se llega hasta él por la ruta provincial 28 a unos 14 km al oeste de la ruta nacional 9. El río Lesser corre de norte a sur y es alimentado por importantes afluentes que drenan desde el oeste.
La configuración orográfica muestra un valle asimétrico y estrecho limitado hacia occidente por el bloque de montañas de los Nevados de Castilla y a oriente por la Sierra de Mojotoro. Los Nevados de Castilla-Lesser tienen cumbres que superan los 5.500 m de altura mientras que la Sierra de Vaqueros no supera los 1.900 m sobre el nivel del mar.
El piso del valle se encuentra en promedio a unos 1.400 m con lo cual las prominencias orográficas son notables, especialmente a occidente donde se alcanzan rechazos de hasta 4 kilómetros. Esas montañas del oeste son las que los antiguos salteños llamaban las “Cordilleras del Poniente” y que hasta medio siglo atrás todavía estaban glaciadas.
El hielo del Poniente
Recuérdese que Filiberto de Mena en 1791 o Pablo Mantegazza en 1856 hacen referencia al hielo que se traía de sus cumbres en una época sin existencia de heladeras. Los famosos “collas hieleros” subían con sus burritos a las cumbres nevadas y bajaban con su valioso cargamento de bloques de hielo envueltos en paja que llevaban a vender a las casas o mercados de la ciudad de Salta. Con ese hielo se refrigeraban los alimentos y se preparaban sorbetes y helados, entre ellos los de chirimoya y kirusilla.
El cordón de Lesser fue afectado por glaciaciones intensas durante el Cuaternario. Entre 10 y 15 mil años atrás se produjo el último máximo glacial (LGM). Para entonces la línea de los hielos permanentes bajó hasta 4.500 m sobre el nivel del mar. O sea que al menos el kilómetro superior de las montañas más altas estaba glaciado. Y una gran superficie por debajo sufría de periglaciación. Para entonces en el vecino Valle de Lerma vivían los animales de la megafauna cuaternaria como mastodontes, megaterios y gliptodontes.
El último periodo frío, la Pequeña Edad de Hielo (LIA), ocurrió aproximadamente entre 1550 y 1850. Para entonces todavía quedaba un glaciarismo residual y las montañas lucían más blancas que ahora.
Cuando Belgrano peleó la Batalla de Salta en 1813 seguro estaba más frío, glaciado y húmedo que ahora. Desde entonces, además, las montañas ascendieron ya unos 20 centímetros. La impronta de los hielos quedó manifiesta en el paisaje. En días luminosos se aprecian los viejos rasgos glaciarios en las partes altas de las montañas, esto es una antigua arquitectura glaciar con un paisaje fluvial sobreimpuesto. Un palimpsesto, o sea el conjunto de firmas ambientales superpuestas y resultado de la acción conjunta de la tectónica y el clima.
El valle de Lesser se encuentra limitado entre el río Castellanos al sur y el río de Las Nieves al norte. Muchos otros afluentes drenan el cordón occidental como los arroyos Frajul y Leseriño.
La mayoría son de aguas permanentes a lo largo del año y se caracterizan por ser torrentes de montaña de alta pendiente y con una carga aluvional abundante. La composición de los cantos rodados da una idea precisa de hasta donde penetran los arroyos en el interior de la montaña.
Los que penetran más profundamente traen rocas del núcleo del bloque montañoso donde ocurren las pizarras marinas precámbricas de la Formación Puncoviscana. Dichas rocas se caracterizan por sus colores grises y presentan, la mayoría de las veces, vetas internas de cuarzo lechoso. Otros arroyos arrastran unas rocas rosadas, compuestas por arenas de cuarzo cementado de antiguas playas marinas del periodo Cámbrico, que en el norte argentino reciben el nombre del Grupo Mesón. Se llaman cuarcitas y forman rocas rodadas bien redondeadas y son las que se sacan de los ríos como “piedra bola” y que se usaban en los cimientos de las viejas casas de la ciudad. Los ríos que no penetran muy profundamente en la montaña solamente arrastran rocas hojaldradas verdosas y negras del periodo Ordovícico que reciben el nombre de Grupo Santa Victoria. Muchas de ellas contienen abundantes fósiles, especialmente trilobites.
También se presentan copiosos rodados de coquinas y lumaquelas, una acumulación de conchillas fósiles de braquiópodos articulados e inarticulados. El arroyo Leseriño, unos de los afluentes del río Lesser, es un verdadero paraíso para los geólogos y estudiantes de geología por la cantidad y variedad de rocas y fósiles que allí se encuentran. Se hallan allí rodados de coquinas de braquiópodos, lajas negras con trilobites y nautiloideos, concreciones ferruginosas y algunas con unas costras llamadas “cono en cono”, conglomerados que se suponen fueron formados por glaciares que entraban al mar en aquellos remotos tiempos en continentes y mares ensamblados de manera muy distinta a como ahora los vemos. Los ríos arrancan a la montaña trozos de las rocas que conforman su anatomía interna y los arrastran para dar cantos rodados. La simple composición rocosa del interior de las montañas.
El bioma de un paraíso
Esa región del poniente contiene rocas que van desde los 470 a los 570 millones de años en promedio. El valle de Lesser tiene unos 10 km de largo desde Castellanos hasta Los Yacones. El valle está atravesado por un camino de tierra, consolidado, generalmente en buen estado a lo largo del año, que corresponde a la ruta provincial 115. El cruce de los arroyos se hace a través de puentes angostos, de una sola mano, que han resistido con nobleza el paso de los años. Algunas casonas señoriales se encuentran a lo largo de la ruta. Las lluvias alcanzan los 1.400 mm anuales. Los ríos y arroyos son en su mayoría de carácter permanente.
La vegetación es abundante, propia de ambientes húmedos, y corresponde a una selva subtropical dentro de la provincia fitogeográfica de la selva Tucumano-Oranense- Boliviana, hoy conocida como Yungas. A las especies arbóreas se suman una gran variedad de helechos. Hay forestaciones de pinos y robles de bellota para cría de cerdos.
También está representada una interesante avifauna donde destacan cuervillos cara pelada, bandurrias boreales, lechuzas vizcacheras, rey del bosque, pavas del monte, jilgueros dorados, teros, águilas, taguatós, halcones, chiricotes, torcazas, garcitas blancas, churrinches, chincheros, urracas, pirinchos, pepiteros, catas, benteveos, monjitas blancas, zorzales, horneros, arañero, loros, tordos, tucanes, chingolos, naranjeros, charatas, ratonas, entre otros.
La historia geológica
Como se dijo el valle de Lesser está encajonado entre los bloques de la Sierra de Vaqueros al este y los cordones de Lesser al oeste. Ambos bloques están separados por fallas geológicas activas.
El último sismo fuerte en Salta, el sábado 27 de febrero de 2010, tuvo epicentro en esas fallas. La Sierra de Vaqueros está formada por rocas jóvenes, conglomerados y areniscas del periodo Terciario superior, con una antigüedad entre 10 y 1,2 millones de años atrás, blandas y rojizas, dobladas en un tipo de pliegue llamado braquianticlinal y de rumbo norte-sur.
El río de Las Nieves corta transversalmente la estructura de la sierra y deja ver la anatomía de sus estratos fuertemente inclinados. El río Lesser erosiona hacia el norte, hacia sus cabeceras y de manera natural algún día podría alcanzar al río de las Nieves generando una zona de captura. Las capturas de ríos han sido una constante en la evolución morfológica de la Cordillera Oriental.
Ello llevó a cambios en el nivel de base, fuertes erosiones retrocedentes, movilización de materiales de una cuenca fluvial a otra, formación de terrazas fluviales, entre otros fenómenos geomorfológicos. Bloques sueltos de varias decenas de toneladas de peso se encuentran aislados y ampliamente distribuidos en los afluentes del valle y su origen y mecanismo de desplazamiento siguen siendo un misterio.
La Sierra de Vaqueros es consecuencia del empuje lateral que ejerce el bloque tectónico occidental. La parte más joven de la Sierra de Vaqueros es la Formación Piquete donde se dató una ceniza volcánica en 1.2 millones de años, esto es del Periodo Pleistoceno del Cuaternario. O sea que todos los movimientos que dieron lugar al cordón de Lesser, la Sierra de Vaqueros, el valle de Lesser, la elevación de la Sierra de Mojotoro, el Valle de Lerma, el lago que hubo en el interior del Valle de Lerma, las capturas y la formación de las cuencas del Mojotoro y Juramento, ocurrieron en su mayoría en el periodo Cuaternario. A tal punto que en el valle de Lesser y aledaños se pueden ver discordancias angulares donde capas del propio periodo Cuaternario yacen unas sobre otras, unas casi verticales y otras horizontales, en discordancia angular. La juventud del relieve está claramente expresada en el material torrencial que transportan los ríos, en las fuertes pendientes y en las geoformas fluviales en general. El valle de Lesser es un lugar para visitar, apreciar y disfrutar, tanto por su gea, flora y fauna, como por su gran valor paisajístico y geoturístico.