Sin embargo, su corazón sigue latiendo al ritmo del fútbol argentino, y este año Ruggeri se propone un desafío aún mayor: recorrer miles de kilómetros para presenciar el debut de la Selección Argentina en la Copa América 2024. A pesar de la distancia y las dificultades, Ruggeri no escatima esfuerzos para volver a conectarse con sus raíces y apoyar a su equipo nacional.
Para Ruggeri, esta no será la primera vez que viva la emoción de ver a la Albiceleste en acción. Recuerda con cariño el amistoso contra España en 2010, al que asistió en su Argentina natal. Ahora, decidido a presenciar el enfrentamiento contra Canadá el 20 de junio en Atlanta, está dispuesto a enfrentar más de 2.000 kilómetros de trayecto en un auto con algunos años encima, pero cargado de ilusiones.
Con un espíritu indomable, Ruggeri se aferra a la pasión por el fútbol y el amor por su país, sorteando obstáculos y sacrificios en su travesía hacia el estadio Mercedes-Benz, donde la emoción y la camaradería de miles de argentinos se entrelazarán en un solo grito de aliento. Su historia encarna la perseverancia y el vínculo inquebrantable con la patria, demostrando que, incluso en la distancia, el fútbol es capaz de unir corazones y forjar recuerdos imborrables.
Ruggeri expresó: “Las entradas no fueron nada baratas, la verdad, pero no podía no ir”. Su determinación refleja el fervor y la devoción que muchos argentinos sienten por su selección, trascendiendo fronteras y superando obstáculos para estar presentes en momentos trascendentales del deporte nacional.
NA
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