“Hemos ordenado una investigación”, declaró Deepak Kumar, portavoz de Northern Railways, al día siguiente del incidente, que no causó víctimas.
El domingo, medio centenar de vagones, cargados con gravilla, circularon sin conductor a 100 kilómetros por hora, desde el estado septentrional de Jammu y Cachemira hasta el de Punyab, también en el norte, ante de que fueran frenados por bloques de madera colocados en las vías.
El incidente se inició en la estación de Jammu, donde el tren estaba estacionado para permitir el cambio de personal, informó la prensa local.
Después de que el conductor y su equipo saliera, el tren empezó a descender la cuesta. Todos los pasos a nivel del recorrido fueron cerrados para evitar accidentes, según consignó la agencia de noticias AFP.
India, que dispone de una de las redes ferroviarias más extensas del mundo, registró numerosos accidentes de tren: el más mortífero de ellos ocurrió el 6 de junio de 1981 en el Estado de Bihar, en el este del país, cuando siete vagones de un tren que cruzaba un puente cayeron al río Bagmati, y murieron entre 800 y 1.000 personas.