A pesar de la explicación que dio el técnico de Boca una vez finalizado el cruce, su par de River eligió no quedarse callado cuando le consultaron sobre ese tema. “No creo que haya venido a empatar, no me voy a meter en el análisis del rival”, fueron sus primeras palabras. Su ojo crítico no le impidió, de igual manera, incluir en su descargo algunos elogios para su colega. “Martínez es un entrenador al cual respeto y aprecio, seguramente le va a dar una identidad a su equipo como hizo en Tigre y Huracán. Está en esa búsqueda, no me metería en su planteo y análisis”, valoró Micho.
El cuestionamiento del deté pasó por otro lado. Aunque los nombres del banco de suplentes visitante ya permitían entrever que los cambios no le imprimirían un carácter demasiado ofensivo al equipo, las cinco variantes del complemento no hicieron más que confirmarlo.
Los cambios de Boca en el segundo tiempo
Primero se marcharon Jabes Saralegui y Edinson Cavani, dos jugadores ofensivos, para dejarles su puesto a un lateral como Lucas Blondel, y a Luca Langoni para que continuara la fluidez en el juego. Si bien la salida del uruguayo fue llamativa, la verdadera sorpresa llegó cuando llamó a Cristian Medina quien, además de convertir el gol de la igualdad, era la mejor presencia que tenía Boca en la cancha. ¿Su reemplazante? Nicolás Valentini, otro defensor. Y terminó delineando el equipo con los ingresos de Frank Fabra en la línea del fondo en lugar de Kevin Zenón, y de Darío Benedetto por Miguel Merentiel.
Saralegui y Cavani fueron los primeros en salir. (REUTER)
“Si yo como entrenador termino el partido con siete defensores, no estaría respetando la historia de River. Puedo poner un equipo ofensivo y perder, pero siempre intentamos ser protagonistas. Como hoy, con Nacho Fernández, Echeverri, Barco y dos delanteros rápidos. La idea estuvo, pero el rival nos cerró caminos. No sé el objetivo de ellos o si estarán contentos. Nosotros, no”, picanteó Demichelis.
La explicación de Diego Martínez
Antes de que llegara el turno del DT de River, Diego Martínez había elegido no esquivar los cuestionamientos de algunos hinchas y elaborar una extensa explicación en la que detalló qué fue lo que buscó con esas variantes. No quiso, según dijo, que se trate de un cambio defensivo. “La idea era que tanto Luis (Advíncula) como Lautaro (Blanco) se suelten; que los tres volantes logren jugar un 3 vs. 3 con los volantes de ellos; y que la posición de uno de los dos puntas, Miguel (Merentiel), venga en defensa organizada con Fonseca para jugar un 4 vs. 4 y tenerlo a Langoni fresco para poder picar”, argumentó.
El propio técnico reconoció que, con el correr de los minutos y tras esas decisiones, el partido “se planchó”, pero así lograron “solucionar” en gran parte lo defensivo: “Sí nos faltaron un poco de piernas, por eso el ingreso de Frank (Fabra), que tiene un muy buen 1 vs. 1. Pero ya era poquito tiempo… La idea tuvo que ver principalmente con eso”.
Así, Boca terminó el superclásico con tres zagueros y cuatro laterales en cancha. Esas variantes terminaron dándole al conjunto de la Ribera una cara distinta -y mejor- que la que venía mostrando. River no supo, entonces, disuadirlo. Y los tres puntos que parecían quedarse en el Monumental terminaron repartiéndose entre los dos. No hubo diferencias en el resultado, pero sí entre los técnicos. Nada de eso evitó, igual, el remake de ese sentido abrazo que habían protagonizado 90 minutos antes. Demichelis y Martínez jugaron un partido aparte…
Martínez discute con Falcón Pérez. (AFP)
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