Pero fue él quien dio la nota más discordante de una sinfonía de disparates, desafinada lo suficiente como para que sea más innecesario embarrarla de esa manera. Mientras un futbolista era atendido por haber recibido el impacto en la cabeza de un botellón lleno de líquido arrojado desde la platea, dijo que estaba mal que se lo hubieran tirado, pero que el jugador, la víctima de este caso, había “cabeceado” el proyectil, al que minimizó al decir que tampoco le habían arrojado “una bolsa de cemento”.
El desatino de Gorosito fue, en el mejor de los casos, una distracción por el mal momento que atraviesa. Sería muy feo pensar que sus declaraciones, que poco menos parecen acusar al jugador agredido de haber propiciado él su propia lesión y haber teatralizado el golpe, hayan sido intencionadas, para que la gente se coma que un futbolista puede “cabecear” adrede un botellazo que le tiran y hable de eso en vez de hablar de qué sanción le corresponde al club cuyos hinchas hicieron esa salvajada.
Cuando a un futbolista le pegan un botellazo desde la tribuna, cualquier partido debería suspenderse de inmediato, sin necesidad de esperar los 20’ que tardó el referí Ariel Penel en resolverlo, y todos los jugadores y técnicos tendrían que respaldar esa decisión.
Gorosito, en respuesta al presidente de Chacarita, Néstor Di Pierro, que lo acusaba de haber enviado a Chacarita al banco de suplentes más cercano a la hostilidad de la platea de Tigre, también había dicho: “Que no hable pelotudeces”.
Eso mismo, Pipo.
Gorosito, al hablar en TyC Sports.
Néstor Gorosito – 22-2-2024 Gorosito, sobre Brandán: “Cabeceó la botella”
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